Madrid, una autonom¨ªa entre la villa y la capital
Joaqu¨ªn Leguina no quiere tocar el estatuto, frente a la postura un¨¢nime de la oposici¨®n
, La Comunidad de Madrid lleva cinco a?os mir¨¢ndose al espejo y a¨²n no tiene claro qu¨¦ es. La Administraci¨®n central y el todopoderoso Ayuntamiento de la capital, la han relegado a un segundo plano del que lucha por salir. La oposici¨®n apuesta por la reforma del estatuto como la -¨²nica forma de consolidar la autonom¨ªa, pero el presidente no quiere mover una coma, convencido de que hay otras formas de subir el list¨®n. Voces de su propio gabinete consideran que el estatuto tiene "demasiadas lagunas" y que hace falta introducir m¨¢s de 40 modificaciones.
Se habla de inseguridad ciudadana en el Congreso, en el pleno municipal, en la Asamblea de Madrid. La Comunidad elabora su plan regional contra la droga y el Ayuntamiento de Madrid responde con el suyo propio y con el doble de presupuesto: 1.000 millones de pesetas. Algo parecido ocurre con los planes de empleo: Protecci¨®n Civil de la Delegaci¨®n del Gobierno, Protecci¨®n Ciudadana de la Comunidad, Protecci¨®n Civil del Ayuntamiento, ?Qui¨¦n da m¨¢s?.La propia Comunidad, volcada durante cuatro a?os en las zonas m¨¢s olvidadas de la regi¨®n, se mira ahora al ombligo y habla con orgullo del eje de la Castellana y de Madrid, capital cultural. Joaqu¨ªn Leguina parece olvidar que su rival, Alberto Ruiz Gallard¨®n, le gan¨® por puntos en la capital y que s¨®lo gracias a los votos regionales pudo obtener la exigua mayor¨ªa que le permite ahora gobernar.
"Abrir un mel¨®n"
El Gobierno regional parece haber salido del letargo en el que estaba sumido tras las ¨²ltimas elecciones. Una vez perdida la mayor¨ªa absoluta, los socialistas necesitan bastones para gobernar. Y hasta ahora no han salido mal parados, ante la incapacidad mostrada por el CDS y AP para hacer valer la holgada mayor¨ªa del centro-derecha.
La batalla por los suelos fue la que m¨¢s tinta derram¨® en los primeros cuatro a?os del equipo de Leguina. Lucha contra las urbanizaciones piratas, planeamiento municipal, creaci¨®n del parque regional del Manzanares, planes de actuaci¨®n contra los residuos urbanos e industriales.
Los ayuntamientos se sintieron intimidados y comenzaron a llover acusaciones de invasi¨®n de las competencias municipales. La pasada legislatura est¨¢ cuajada de incidentes de este tipo.
La Comunidad de Madrid tiene actualmente plenas competencias en ordenaci¨®n del territorio, urbanismo, vivienda, gesti¨®n del agua, protecci¨®n del medio ambiente, planificaci¨®n de la actividad econ¨®mica, r¨¦gimen minero y energ¨¦tico, transporte, agricultura, y asistencia social. Los l¨ªmites con la Administraci¨®n central est¨¢n muy confusos en Educaci¨®n y Sanidad, donde los servicios que corren por cuenta de la Comunidad se superponen en ocasiones con los del Estado y los del propio Ayuntamiento.
Las fuerzas de la oposici¨®n en la Asamblea de Madrid (Alianza Popular, CDS, Izquierda Unida y Grupo Mixto) ya han tocado en m¨¢s de una ocasi¨®n el techo auton¨®mico con propuestas como el desmantelamiento de la base de Torrej¨®n o el rechazo a la construcci¨®n de una nueva c¨¢rcel en Soto del Real.
Leguina acusa a la oposici¨®n de quemar sus energ¨ªas con balas de fogueo; los grupos parlamentarios piden al presidente que se acostumbre a gobernar en minor¨ªa. Este tira y afloja ha enrarecido en los ¨²ltimos meses las tensas relaciones entre el presidente y el parlamento regional.
"Ser¨ªa como abrir un mel¨®n muy gordo". As¨ª expresa Joaqu¨ªn Leguina sus reservas ante la posible reforma del estatuto de autonom¨ªa. "Si se abre la puerta, la oposici¨®n no va resistir la tentaci¨®n de modificar cuanto se le antoje, adem¨¢s de ampliar las competencias".
El presidente regional lleg¨® a afirmar recientemente que la reforma en cadena de los estatutos que accedieron a la autonom¨ªa por el art¨ªculo 143 -o via lenta- pondr¨ªa en peligro el furicionamiento constitucional. En cualquier caso, los votos socialitas impedir¨¢n que se alcance la mayor¨ªa de dos tercios, necesaria para modificar el estatuto.
Leguina prefiere hablar de trans,ferencias mediante ley org¨¢nica o convenios con el Gobierno central, posibilidades contempladas tambi¨¦n por el estatuto para asumir nuevas competencias. Pere, la oposici¨®n no se da por contenta y cierra filas en torno a la pol¨¦mica reforma.
Para Alberto Ruiz Gallard¨®n, portavoz de AP, se trata de una medida "urgente y necesaria". Fernando Castedo, del CDS, cree que es la ¨²nica forma de reconocer "la mayor¨ªa de edad de nuestra autonom¨ªa".
Conglomerado de convenios
La diputada de Izquierda Unida Isabel Vilallonga afirma que no se puede eludir la reforma con "un conglomerado de convenios administrativos".
Todos los grupos apuntan a una misma diana: Trabajo, Sanidad y Educaci¨®n. Leguina reconoce que a la Comunidad le ser¨¢ rentable pol¨ªticamente asumir estas competencias cuanto antes, .aunque operativamente nos conviene ir por partes". "Las competencias en Trabajo nos interesa tenerlas ya mismo, pero las de Educaci¨®n hay que tomarlas con calma porque, entre otras cosas, obligar¨ªa a multiplicar por cuatro el n¨²mero de funcionarios de la Comunidad. Sanidad me preocupa inenos".
La transferencia de todas estas atribuciones pueden multiplicar por dos o tres el presupuesto actual de la Comunidad, de unos 200.000 millones de pesetas. La oposici¨®n critica que el crecimiento espectacular del esfuerzo presupuestario (que se ha multiplicado por cinco desde 1984) no ha ido acompa?ado de un aumento paralelo de competencias.
La Comunidad piensa reclamar tambi¨¦n la recaudaci¨®n de los impuestos sobre el patrimonio y las transmisiones patrimoniales, que s¨®lo en Madrid le permitieron al Estado unos ingresos de 40.000 millones el a?o pasado.
Medios pr¨®ximos al Gobierno regional reconocen que el estatuto de Madrid presenta un buen n¨²mero de lagunas en comparaci¨®n incluso con los de otras autonom¨ªas de la v¨ªa lenta, que han incluido en su mayor¨ªa una larga lista de competencias de "asunci¨®n diferida". Las citadas fuentes consideran "t¨¦cnicamente deseable" la introducci¨®n de m¨¢s de 40 modificaciones para aumentar las competencias en otras tantas materias.
Seg¨²n estas fuentes, a las atribuciones de Trabajo, Seguridad Social y Educaci¨®n habr¨ªa que a?adir un gran n¨²mero de flecos no contemplados en el estatuto: regulaci¨®n de espect¨¢culos, de publicidad, de consultas populares de car¨¢cter local, legislaci¨®n penitenciaria...
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