Dos muertos en Turqu¨ªa y choques en Filipinas y Corea del Sur
, Dos personas resultaron muertas y al menos 70 fueron detenidas en Estambul en el Primero de Mayo m¨¢s conflictivo en Turqu¨ªa desde el golpe militar de 1980. La polic¨ªa turca dispers¨® una manifestaci¨®n sindical en la que participaron alrededor de 1.500 personas, en su mayor¨ªa estudiantes y trabajadores, en las calles c¨¦ntricas de la ciudad.
Los dos muertos se cree que pertenecen al grupo de extrema izquierda Dev Yol (Camino Revolucionario), y fallecieron al incendiarse una casa allanada por la polic¨ªa en el barrio de Okineydany, donde los presuntos militantes izquierdistas trataban de quemar documentos pol¨ªticos comprometedores.
Tropas antidisturbios filipinas abrieron fuego para dispersar una marcha de 3.000 trabajadores izquierdistas que celebraraban el Primero de Mayo y exig¨ªan mejoras salariales en Calamba, a 50 kil¨®metros de Manila. Los soldados dieron cinco minutos a los manifestantes para dispersarse y luego abrieron fuego e hirieron al menos a dos personas. En Manila participaron entre 15.000 y 20.000 personas en otra manifestaci¨®n sindical, convocada por grupos izquierdistas, que criticaron la pol¨ªtica econ¨®mica de la presidenta Coraz¨®n Aquino y dieron gritos de apoyo al grupo guerrillero comunista Nuevo Ej¨¦rcito del Pueblo.
En Se¨²l, capital de Corea del Sur, decenas de miles de trabajadores y estudiantes que exig¨ªan sindicatos libres se enfrentaron a la polic¨ªa en la mayor manifestaci¨®n callejera desde que el presidente Roh Tae Woo sucedi¨® a Chun Doo Hwan el pasado febrero y prometi¨® una nueva etapa democr¨¢tica. Tras los incidentes, no se inform¨® de que hubiera heridos o detenidos.
En Libia, el coronel Muammar el Gadaffi urgi¨® a los trabajadores del mundo a liberarse a s¨ª mismos de la "esclavitud de los salarios" y a tomar el control de los centros de trabajo, seg¨²n inform¨® la agencia oficial Jana.
En el Vaticano, en el tradicional rezo del ?ngelus, el Papa dijo ayer que la festividad del Primero de Mayo significa un profundo reconocimiento de la dignidad de los trabajadores, tanto en sus derechos como en sus deberes.
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