Teresa Te¨®fila Flores Walde,
una anciana peruana que se encuentra ingresada en un asilo a pocos kil¨®metros de Lima, en la localidad de Chaclacayo, ha contribuido de manera indirecta a que el papa Juan Pablo II tenga durante las dos noches que va a pernoctar en la capital peruana, el 14 y 15 de mayo pr¨®ximos, una cama digna de su alta investidura. Flores Walde don¨®, a comienzos de marzo pasado, al igual que un buen n¨²mero de peruanos, una cama antigua de bronce que fundida con otros objetos del mismo metal servir¨ªa para levantar una imagen de la Virgen de la Evangelizaci¨®n en honor del Papa y que ser¨¢ bendecida durante su pr¨®xima estancia en Per¨². Pero el nuncio apost¨®lico, monse?or Luigi Dossena, no permiti¨® que este mueble se fundiera y lo reserv¨® como lecho para el Papa. La cama servir¨¢ a partir de ahora como lecho para altas personalidades que visiten la nunciatura peruana.
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