Una buena mala

"Una furcia sin inter¨¦s", le dice la carcelera al joven Stanislas Previne cuando ¨¦ste acude a la penitenciar¨ªa para entrevistar a Camille, una vulgar prostituta v¨ªctima de una sociedad que no le ha hecho un hueco, o no se lo ha hecho m¨¢s grande que los cuatro metros por dos de la celda. La carcelera no sabe que de los casos an¨®nimos es de donde sacan mejor pasta los soci¨®logos, y Stanislas est¨¢ preparando una tesis sobre mujeres criminales.Magnet¨®fono en ristre, el muchacho atiende las an¨¦cdotas que van brotando de la garganta de Camille, un espacio existencial donde no tienen cabida atributos morales, pero s¨ª un descacharrante humor negro, primera incursi¨®n en ese terreno de Fran5;ois Truffaut tras varios a?os de acariciar la comedia.

Aunque la cr¨ªtica la tratara peor de lo que merec¨ªa, Una chica tan decente como yo es de lo m¨¢s flojillo de Truffaut, y si se salva de la quema, que se salva; si da gusto contemplarla, es por el ritmo siempre ¨¢gil del cineasta, un par o tres de episodios muy divertidos y por la seductora presencia de una mujer grande, Bernardette Lafont, que ya hab¨ªa sido actriz de Truffaut en su cortometraje Les mistons y a quien todos recordamos por su memorable papel, tambi¨¦n de prostituta arrabalera, de La novia del pirata, de Nelly Kaplan.

Una chica tan decente como yo se emite hoy a las 21.50 por TVE-2.