Expectaci¨®n ante el discurso del Papa en Paraguay sobre los valores de la democracia
Juan Pablo II se dispon¨ªa a pronunciar en la madrugada de hoy (hora peninsular), en Asunci¨®n, en medio de una gran expectaci¨®n, un importante discurso sobre los valores de la democracia. El marco elegido era el encuentro, finalmente autorizado, con los constructores de la sociedad, entre los que hay muchos opositores al r¨¦gimen del presidente paraguayo, Alfredo Stroessner. Ayer, mientras ¨¦ste intentaba convencer al Pont¨ªfice de que su pa¨ªs es un para¨ªso de libertades democr¨¢ticas y justicia social, la polic¨ªa ocupaba la iglesia de la Encarnaci¨®n, donde 150 campesinos se hab¨ªan refugiado para reivindicar, con una huelga de hambre, el derecho a la propiedad de la tierra y la libertad sindical.
Los ocupantes estaban encabezados por el jesuita Ronaldo Dallenger, que fue detenido y liberado tras ser interrogado."El ayuno es una blasfemia", escrib¨ªa ayer en su editorial el diario gubernamental Patria, "porque se politiza en aras de un objetivo sectario, falso, rencoroso y por tanto pecaminoso". Todo el esfuerzo de Stroessner se dirige a distinguir entre el papa Wojtyla, a quien intenta conquistar para su causa, y el episcopado, al que considera adversario de su r¨¦gimen y que apoya a los grupos contestatarios.
En el mismo editorial, con una prosa que recuerda los tiempos peores del franquismo, se dice: "Sabemos que el Santo Padre no caer¨¢ en la celada de la mentira y de? enga?o, ni se dejar¨¢ manipular por los montajes tramposos de esos grupos marginales". Y a?ad¨ªa: "No hay temor de que el ilustre hu¨¦sped confunda la austera modestia de nuestra existencia con la pobreza sucia y harapienta que ha visto en otros pa¨ªses. Ya pueden preparar los extremistas sus panfletos y sus libelos, sus denuncias y protestas amasadas con engrudo, que el Santo Padre no caer¨¢ en la encerrona".
El Papa, que hab¨ªa sorprendido por su prudencia en el discurso ante el presidente y el cuerpo diplom¨¢tico, se puso ayer abiertamente de parte de los campesinos en huelga de hambre dici¨¦ndoles en el templo de la Encarnaci¨®n, donde tuvo que llegar en coche porque el mal tiempo impidi¨® despegar al avi¨®n, que "muchos centran todo su af¨¢n en acumular el mayor n¨²mero de bienes y consideran el derecho a la propiedad como algo absoluto, olvid¨¢ndose de que est¨¢, sin embargo, subordinado al bien com¨²n". Y pidi¨® "que se arbitren las medidas oportunas para que sean cada vez m¨¢s", dijo, "los que tengan acceso a la propiedad de la tierra que trabajan, porque ello ser¨¢ una garant¨ªa de desarrollo y estabilidad social".
Apostar por los pobres
Por lo que se refiere al problema de los salarios y del desempleo, Juan Pablo II, citando un texto del Nuevo Testamento, dijo: "El salario que no hab¨¦is pagado a los obreros que labraron vuestros campos est¨¢ gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los o¨ªdos del Se?or de los Ej¨¦rcitos, pues se comportan como si nunca tuvieran que dar cuenta a Dios de su administraci¨®n".
A Stroessner, que hab¨ªa dicho que en Paraguay no existen problemas sociales, le contest¨® indirectamente el Papa, hablando a los religiosos: "Es natural que la Iglesia muestre una solicitud preferencial por los m¨¢s pobres, que en Paraguay, como en tantas otras partes de Am¨¦rica Latina, sufren toda clase de privaciones". Y exclam¨®: "?Cu¨¢ntos campesinos, obreros, trabajadores sin empleo o explotados carecen del pan necesario!".
A los obispos, acusados por el r¨¦gimen de apoyar a la oposici¨®n pol¨ªtica y de actuar fuera del campo estrictamente religioso, el Papa les dijo que no pocos problemas de car¨¢cter social e incluso pol¨ªtico "tienen sus ra¨ªces profundas en motivaciones de orden moral", y que por ello la Iglesia tiene el deber de interesarse por dichos problemas: "Con el debido respeto a la leg¨ªtima autonom¨ªa de las instituciones y autoridades", dijo el Papa polaco a la Conferencia Episcopal, "vuestra acci¨®n apost¨®lica no ahorrar¨¢ esfuerzos en promover y alentar todas aquellas iniciativas que sirvan a la causa del hombre", mientras que ya al presidente Stroessner, general de Artiller¨ªa pesada, le hab¨ªa recordado que "no se puede arrinconar a la Iglesia en sus templos".
En lo que s¨ª ha insistido el Papa en todo tiempo y lugar es en que dicha acci¨®n pol¨ªtico-social de la Iglesia debe llevarse a cabo sin ning¨²n tipo de acci¨®n violenta y fuera de los c¨¢nones de lo que ¨¦l llama ideolog¨ªas individualistas o totalitarias. ?stas no se inspiran, dijo el Papa, en la doctrina social de la Iglesia, que ¨¦l considera, seg¨²n muchos ut¨®picamente, la ¨²nica receta para redimir al continente americano de su miseria y de su at¨¢vica falta de libertades democr¨¢ticas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.