Submarimos contra la neutralidad

La repetida violaci¨®n de las aguas suecas por submarinos supuestamente sovi¨¦ticos est¨¢ "quiz¨¢ socavando la credibilidad de la neutralidad y de la defensa suecas", manifest¨® recientemente a EL PA?S en Estocolmo el subsecretario de Defensa, Per Borg. La OTAN cuenta con la defensa sueca. Y los sovi¨¦ticos, seg¨²n los propios suecos, no creen tanto en esta neutralidad. La presencia de los submarinos puede ser una forma de demostrarlo.

Desde el incidente del Whisky on the rocks (en 1981, cuando un submarino sovi¨¦tico de la clase Whisky entr¨® en una zona militar restringida de las aguas territoriales suecas), las autoridades suecas s¨®lo han podido confirmar otro caso: el de seis submarinos que se estacionaron en octubre de 1982 en el archipi¨¦lago de Estocolmo. Sin embargo, la presencia de submarinos extranjeros se ha seguido notificando. La ¨²ltima vez fue a finales del pasado mes de abril, al sur de Estocolmo.Funcionarios, militares y expertos suecos encuentran varias razones para estas actividades submarinas, que en general se atribuyen a la URSS. "Suponemos que es para preparar una eventual misi¨®n en tiempo de guerra para destruir fortificaciones o tomar bases antes de que las hayan ocupado", dice un militar del Estado Mayor (Suecia cuenta con numerosas fortificaciones costeras y bases a¨¦reas para dispersar sus aviones, que s¨®lo ser¨ªan activadas en una emergencia).

"Una misi¨®n de los submarinos rusos es ver la forma de paralizar nuestras defensas en caso de guerra", se?ala Katarina Enberg, del Instituto Sueco de Asuntos Internacionales. Todo ello ha incrementado las dudas sobre si Suecia podr¨¢ permanecer neutral en caso de una guerra entre el Este y el Oeste. La pol¨ªtica de seguridad sueca viene definida por la no participaci¨®n en alianzas en tiempo de paz, con el objetivo de permanecer neutral en caso de guerra. Es una neutralidad que no est¨¢ garantizada por nadie, salvo por el propio sistema de defensa sueco.

Las aguas del B¨¢ltico, por su salinidad, sus diversas capas y temperaturas y la propia geograf¨ªa local, no facilitan la detecci¨®n y caza de los submarinos intrusos, a menudo denunciados por pescadores y particulares, con lo que los efectivos militares tardan en llegar a la zona. No obstante, Suecia est¨¢ dedicando m¨¢s recursos a la guerra antisubmarina. En las ¨²ltimas semanas, el Gobierno decidi¨® aumentar esta partida presupuestaria en 700 millones de coronas (14.000 millones de pesetas) m¨¢s para los pr¨®ximos cuatro a?os, pero ha incluido, por razones de pol¨ªtica de empleo, la construcci¨®n de un dragaminas que la Marina no consideraba prioritario.

A pesar de todo ello, los nuevos sistemas de armas de los dos grandes bloques, especialmente los misiles de crucero, cuya importancia va en aumento, tambi¨¦n siembran dudas sobre la credibilidad de la neutralidad sueca. "Si ambas alianzas empiezan a dispararse misiles de crucero que vuelen por encima de Suecia, ?los derribar¨¢n los suecos o se limitar¨¢n a contemplarlos?", se pregunta en Estocolmo, esc¨¦ptico, un diplom¨¢tico de un pa¨ªs de la OTAN. El problema, explica un militar sueco, es detectar estos misiles, pero una vez detectados son f¨¢ciles de derribar. En todo caso, la proliferaci¨®n de estos misiles de crucero aumenta la importancia estrat¨¦gica de la Europa n¨®rdica, indican expertos suecos. De ah¨ª tambi¨¦n que los suecos dediquen ahora m¨¢s medios a los sistemas de detecci¨®n a¨¦rea avanzada.

La ¨²ltima ley de Defensa (1987) asegura que se descarta todo tipo de preparativos o consultas con otros Estados con vistas a la colaboraci¨®n militar en tiempo de guerra. Pero, indican medios diplom¨¢ticos suecos, hay un intercambio discreto de informaci¨®n con Dinamarca, Noruega y Finlandia, cuyos militares hablan informalmente entre s¨ª.

Amenaza desigual

"No consideramos igual la amenaza del Este que la del Oeste", afirma un militar sueco, pues el Este tiene la capacidad de invadir Suecia. Occidente, no. Mosc¨² no se cree mucho que Suecia vaya a impedir en caso de guerra que la OTAN use el espacio a¨¦reo sueco. En nuestro planeamiento, la principal amenaza viene de la URSS".Seg¨²n encuestas oficiales, m¨¢s de un 90% de los suecos se pronuncia a favor de la pol¨ªtica de neutralidad. Pero preguntados sobre si creen que Suecia puede permanecer neutral en un conflicto en Europa, m¨¢s de la mitad opina que no.

El modelo sueco se basa en algunos grandes principios: una neutralidad que lleva a una defensa defensiva (Suecia no amenaza a nadie); una defensa total (no s¨®lo militar, sino tambi¨¦n econ¨®mica, civil y psicol¨®gica), que adem¨¢s es popular (todos est¨¢n obligados a participar en ella) y que se basa en el desarrollo y producci¨®n propia de armas. Sin embargo, el aumento de los costes de producci¨®n hace a la industria armamentista sueca cada, vez m¨¢s dependiente de la cooperaci¨®n con pa¨ªses como el Reino Unido, EE UU y Jap¨®n. El esc¨¢ndalo de la venta ilegal de armas a Ir¨¢n e Irak por parte de empresas suecas tambi¨¦n ha hecho perder credibilidad, estiman funcionarios suecos, a la pol¨ªtica de neutralidad.