VaIlet de Goytisolo

La teolog¨ªa de la liberaci¨®n es una cosa que no le gusta nada al Papa ni a su papam¨®vil, y as¨ª acaban de expresarlo ambos en el Tercer Mundo, una de las ¨¢reas del planeta menos necesitadas de teolog¨ªa y m¨¢s necesitadas de liberaci¨®n. Pero aqu¨ª en Madrid tambi¨¦n hay unos cat¨®licos m¨¢s papistas que el papam¨®vil, el grupo espa?ol de "Amigos de la ciudad cat¨®lica", que acaban de editar un volumen dedicado a la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, bajo el sospechoso t¨ªtulo La verdadera liberaci¨®n.Se trata de una espesa adunaci¨®n forzada con escritos de Juan Vallet de Goytisolo, Gonz¨¢lez ?lvarez, Jean Dumont, ?lvarez de Sotomayor y en este plan. Son, en fin, eso que llamamos catolicismo conservador (suponiendo que haya otro, aparte el cura rockero de Gurruchaga). Estos caballeros del santo sepulcro no son postmodernos, pero tampoco se tienen por reaccionarios (quiz¨¢ ignoran lo que hay de reaccionario en la postmodernidad). El tomo y lomo es un misil espiritual contra la teolog¨ªa de la liberaci¨®n y lleva al final unas palabras de don Juan Pablo II: "El amor de Cristo es m¨¢s fuerte..

Abrirse a su amor es la verdadera liberaci¨®n del hombre... Jes¨²s, que se ha hecho nuestro hermano, nos ofrece un acceso libre al Padre y elimina todo obst¨¢culo que separe a los hombres entre s¨ª". Todo el que haya vivido el alba?al de Bolivia (alba?al/Reagan), donde recientemente ha estado el Papa, o la crueldad caliente y revuelta de Sucre, leer¨¢ con ira, santa o no, estas palabras de Wojtyla, como la ira habr¨¢ seguido el number de nuestra cabeza espiritual, negando la liberaci¨®n inmediata a los esclavos mediante un toplless ideol¨®gico con el Poder. A Vallet. de Goytisolo y sus muchachos habr¨ªa quecomprarles un papam¨®vil a cada uno (descontado del 0,5% que ahora nos quita un Estado laico para mantener a los curas y la Espa?a pintoresca, tan vendida en el mundo, que corre a cargo de sus procesiones, entierros, misas, milagros, funerales y apariciones). Y digo que un papam¨®vil para Vallet de Goytisolo porque un ser que no es individuo ni especie, como dijo el te¨®logo de los ¨¢ngeles, no puede andar por Madrid metido en todos los atascos y tropezando con el carril de Serrano, que los ¨¢ngeles no tropiezan. La verdadera liberaci¨®n es un panfleto teleol¨®gico, una octavilla de la sacrist¨ªa del cielo para matar el hambre, con pan de los ¨¢ngeles, a los verdaderos hambrientos. Un plazo m¨¢s que el tardocatolicismo concede a los pobres mientras los grandes Bancos fusionan sus pir¨¢mides de billones en el recalentado Egipto capitalista que es nuestro socialismo, o sea Madrid.