El emotivo adi¨®s de Janos Kadar
El discurso pronunciado ayer por Janos Kadar fue la despedida resignada y emotiva de un l¨ªder quebrado por la edad y los nuevos tiempos. Cuatro d¨ªas antes de su 76? cumplea?os, el viejo Kadar, como siempre, en un traje de corte impecable, habl¨® por ¨²ltima vez como m¨¢ximo l¨ªder de un partido que dirigi¨® casi 32 a?os. Su voz delataba emoci¨®n y posiblemente decepci¨®n ante la dureza con la que se ha visto arrollado por los cambios pol¨ªticos en Hungr¨ªa y el mundo, por su partido y la opini¨®n p¨²blica.Fue una intervenci¨®n ins¨®lita de un jefe de partido comunista ante una conferencia nacional que supone ya un precedente hist¨®rico en el camino del socialismo por zafarse de las herencias del estalinismo. La realidad pol¨ªtica del pa¨ªs fue objeto de an¨¢lisis duros y sin miramientos. Delegados sin intervenci¨®n anunciada se levantaban de sus puestos y ped¨ªan cambios de procedimiento, hac¨ªan cr¨ªticas nunca antes pronunciadas y creaban debates espont¨¢neos jam¨¢s vistos en un foro similar.
Ayer Kadar ya no hizo advertencias contra los enemigos del socialismo y la democracia burguesa. Fue el suyo un discurso triste para quien ha sido testigo de las brillantes alocuciones del pasado de este comunista, nacido -a¨²n en el imperio austroh¨²ngaro- en la adri¨¢tica Fiurne, hoy Rijeka, en Yugoslavia en 1912.
En una intervenci¨®n salpicada de an¨¦cdotas, chistes campesinos y rasgos de resignada iron¨ªa, sugiri¨® que ya no ten¨ªa poder para decir todo lo que quer¨ªa. No quiso, sin embargo, callar su convicci¨®n de que "el partido tiene muchos m¨¢s partidarios de lo que pensamos".
"Hay que acabar con el igualitarismo. La diferenciaci¨®n tiene que abrir la v¨ªa a iniciativas progresistas para la econom¨ªa nacional. Este proceso y la diferenciaci¨®n traen conflictos". Intent¨® Kadar explicar algunos de los procesos hist¨®ricos ahora sometidos a las duras cr¨ªticas del propio partido. "Antes, el individuo era relegado por los intereses de la comunidad. Adem¨¢s el estalinismo calificaba a los hombres estimando m¨¢s a los miembros del partido que a los dem¨¢s. Esto es un error. Todos somos iguales y nadie nace con el carn¨¦ del partido".
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