El carisma de Benazir Bhutto se apaga en Pakist¨¢n
Los paquistan¨ªes se lanzaron a las calles en abril de 1986 a recibir a Benazir Bhutto, s¨ªmbolo de la lucha contra el r¨¦gimen militar. Ahora el Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP) parece dividirse ante esta mujer acusada de no tener un programa pol¨ªtico y de no dar respuesta a las ansiedades de un pueblo cansado de leyes marciales y de sentirse vendido a EE UU.
"Si hay elecciones generales le daremos una oportunidad y votaremos por ella", dice Muntaz Chisti, un obrero de 38 a?os militante del PPP que ha venido a visitar al anciano dirigente del partido, Mubashir Hasan. Aqu¨ª en esta misma casa, en un barrio colonial de Lahore, se formaba el PPP en 1967. La unidad de entonces, que llev¨® al poder en 1973 al carism¨¢tico Zulfikar Ali Bhutto, parece haberse esfumado.Benazir, consciente de que no cuenta con el apoyo de los militares, mantiene una l¨ªnea menos izquierdista que la de su padre, encaminada a ganarse el apoyo de Washington que ¨¦ste no tuvo. Su firmeza en la reorganizaci¨®n del PPP hacia una direcci¨®n m¨¢s centrista le ha valido el descontento entre la base obrera y entre los fundadores, que se resisten a abandonar los principios socialistas que inspiraron el PPP.
Entre los terratenientes y ricos comerciantes que impulsaron el progresismo del PPP frente a los reaccionarios militares y el fundamentalismo isl¨¢mico de los mullahs, se critica a Benazir por su car¨¢cter "dictatorial y autocr¨¢tico". La alta burgues¨ªa, cuyos intereses ha defendido el r¨¦gimen del general Zia Ul Haq, cerr¨® filas con el PPP en busca de mayores libertades.
Mubashir Hasan se resiste a pronunciar el nombre de Benazir. D¨ªas atr¨¢s hizo p¨²blico un llamamiento al partido en el que ped¨ªa la sustituci¨®n de Benazir por su madre, la begun Nusrat Bhutto, o bien por el primer vicepresidente del PPP, Mohamed Rashid. Benazir afirma que si ella "accede al poder ser¨¢ por la voluntad del pueblo y no por una cuesti¨®n de filiaci¨®n'.
Los defensores de Benazir se?alan que todas las cr¨ªticas obedecen a una campa?a de desprestigio lanzada por el Gobierno, que teme perder el poder en unas elecciones generales libres. Hasta el momento, el presidente, general Mohamed Zia Ul Haq, que firm¨® el decreto por el que se ahorc¨® a Ali Bhutto en 1979, no se ha pronunciado sobre si se permitir¨¢n los partidos pol¨ªticos para las elecciones de 1990 o si se realizar¨¢n sobre la base de personas individuales, como en las elecciones de 1985. El hecho de que el primer ministro, Mohamed Jan Junejo, haya revitalizado bajo distintos principios la Liga Musulmana -principal partido en la lucha por la independencia de Pakist¨¢n, en 1947- es considerado como un paso hacia unas eventuales elecciones con partidos.
Con una corrupci¨®n rampante en todas las instituciones del Estado, un mercado negro de armas que ha hecho posible que la mayor¨ªa de los paquistan¨ªes tenga en su casa un peque?o arsenal, un gasto p¨²blico que s¨®lo en el pago de los intereses de la deuda y en Defensa emplea todo lo recogido en impuestos y la incertidumbre que provoca la guerra de Afganist¨¢n y el nacionalismo sij del vecino Estado indio de Punjab, los paquistan¨ªes temen el endurecimiento del r¨¦gimen y el desmoronamiento del PPP.
Seg¨²n un miembro de la oposici¨®n de la minor¨ªa beluchistana, Ali Bhutto bas¨® su mandato en un populismo similar al de Juan Domingo Per¨®n y el "sue?o de Benazir, como el de Isabelita Per¨®n en su d¨ªa, puede finalizar en la catastr¨®fica experiencia de la Argentina de la dictadura". Benazir, de 35 a?os, opt¨® por casarse, en diciembre pasado, con un hombre de negocios paquistan¨ª que le design¨® su familia y al que no conoci¨® hasta el d¨ªa de la boda.
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