La crisis de Nueva Caledonia enfrenta al Gobierno de Rocard y a la oposici¨®n
El asalto de la cueva de Ouvea (Nueva Caledonia) que cost¨® la vida a 19 ind¨ªgenas canacos y a dos militares franceses el pasado 5 de mayo, ha enfrentado por primera vez despu¨¦s de las elecciones al nuevo Gobierno socialista con sus antecesores conservadores. El ex ministro de Ultramar Bernard Pons ha reivindicado toda la responsabilidad sobre la decisi¨®n de asaltar la cueva donde los independentistas manten¨ªan secuestrados a 23 gendarmes, pero ha hecho solidarios de su actitud a dos miembros m¨¢s del anterior Gabinete, el primer ministro, Jacques Chirac, y el titular de Defensa, Andr¨¦ Giraud, y al presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand.
El primer ministro, Michel Rocard, y el ministro de Defensa, Jean-Pierre Ch¨¦v¨¦nement, hab¨ªan lanzado previamente todas las responsabilidades del asalto sobre el Gobierno de Chirac.Tres peticiones de investigaci¨®n se hallan en marcha sobre el sangriento y confuso rescate: el procedimiento judicial, que por el momento ha llevado a la c¨¢rcel a varias docenas de militantes independentistas canacos; una investigaci¨®n solicitada por Giraud pocas horas antes de abandonar el Ministerio de Defensa, y otra investigaci¨®n solicitada por su sucesor, Jean-Pierre Ch¨¦v¨¦nement.
Varias versiones contradictorias circulan sobre este asalto, efectuado a 48 horas de la segunda vuelta de la elecci¨®n presidencial. Seg¨²n los testimonios aportados por varios canacos supervivientes y por vecinos de la isla de Ouvea, los asaltantes mataron a sangre fr¨ªa a los tres principales dirigentes del grupo de secuestradores una vez se hab¨ªan rendido.
Otros testimonios dan cuenta tambi¨¦n de torturas y fuertes presiones psicol¨®gicas sobre los ind¨ªgenas de las tribus de Ouvea para que colaboraran en la localizaci¨®n del escondite donde se hallaban los secuestrados.
Ment¨ªs militar
Las fuerzas armadas francesas han desmentido con rotundidad estas versiones, pero no han podido esconder la existencia de graves divergencias respecto a la t¨¢ctica elegida por los responsables gubernamentales para liberar a los rehenes antes de las elecciones.El comandante Legorju, jefe del grupo especial de intervenci¨®n de la Gendarmer¨ªa (GIGN), secuestrado ¨¦l mismo y utilizado como mediador por los canacos, ha redactado un pol¨¦mico informe sobre el asalto, publicado en extracto por la Prensa, en el que se habla de las "inquietantes soluciones estudiadas" como "la utilizaci¨®n de una bomba de 250 kilos dirigida por l¨¢ser", "napalm o defoliante, o incluso la utilizaci¨®n de un helic¨®ptero con un ca?¨®n de 20 mil¨ªmetros".
Seg¨²n el informe de Legorju, exist¨ªan importantes divergencias entre los jefes operativos de la Gendarmer¨ªa, partidarios de la t¨¢ctica del di¨¢logo y de la dilaci¨®n, y el mando militar destacado por las autoridades civiles, deseoso de una intervenci¨®n r¨¢pida y dura.
La pol¨¦mica sobre el asalto coincide con la persistencia de la tensi¨®n en el archipi¨¦lago, donde el lunes se produjeron nuevas detenciones de independentistas y ayer muri¨® otro ind¨ªgena, acribillado sin advertencia previa, seg¨²n sus compa?eros, y en prevenci¨®n de una agresi¨®n, seg¨²n el Ej¨¦rcito.
Una comisi¨®n de seis mediadores, enviada por el primer ministro, Michel Rocard, a Nueva Caledonia, intenta reanudar estos d¨ªas la comunicaci¨®n entre las dos comunidades.
Sin embargo, portavoces del Frente de Liberaci¨®n Nacional Kanaky Socialista (FLNKS) han hecho saber ya que el nombramiento del nuevo Gobierno franc¨¦s no ha supuesto ninguna mejora en la situaci¨®n de tensi¨®n que viven las islas.
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