De Maputo a El Escorial
La Guardia Civil prepara en lucha antiguerrillera a 10 oficiales mozambique?os
El fr¨ªo de la sierra de Guadarrama ha sido la prueba m¨¢s fuerte a la que se han tenido que someter los 10 oficiales mozambique?os que desde hace tres meses se entrenan bajo las ¨®rdenes de la Guardia Civil espa?ola en El Escorial. Ni los descensos desde los helic¨®pteros a alturas de 60 metros, ni sus experiencias en paracaidismo o los rappels por las paredes de las presas les han causado la impresi¨®n de sus primeras pisadas sobre la nieve haciendo marchas hacia la Bola del Mundo, en Navacerrada.
Pero acostumbrarse al fr¨ªo o la fatiga "forma parte de la preparaci¨®n" que est¨¢n recibiendo para convertirse en el n¨²cleo de una guardia rural cuya misi¨®n ser¨¢ la defensa de las aldeas campesinas en Mozambique, atacadas por la guerrilla de la Resistencia Nacional Mozambique?a (Renamo). Su bautismo de fuego se pondr¨¢ a prueba en una explotaci¨®n agr¨ªcola que est¨¢ instalando la cooperaci¨®n espa?ola al sur de Maputo y en los lindes con Sur¨¢frica, soporte financiero y log¨ªstico de los bandidos.Los oficiales mozambique?os entrenados por la Guardia Civil son nueve alf¨¦reces y un capit¨¢n. Tienen edades entre los 20 y 23 a?os, excepto Faustino Kalulu, el capit¨¢n y el m¨¢s veterano, que acaba de cumplir los 32 a?os. Todos han tenido alguna escaramuza con los guerrilleros de la Renamo, cuyas correr¨ªas por el campo mozambique?o tienen aterrorizados a, los campesinos, que constituyen el 90% de los 14 millones de habitantes que tiene su pa¨ªs. "Los bandidos nunca atacan objetivos militares, siempre van a por lo f¨¢cil: las peque?as aldeas, los machimbombos -autobuses de pasajeros-, los hospitales... Es dif¨ªcil para los soldados tener un encuentro frontal con ellos", explica el capit¨¢n Kalulu.
"La independencia no nos trajo la paz que esper¨¢bamos los mozambique?os", explica Kalulu, al reconocer que la Renamo es un enemigo mucho m¨¢s duro que los portugueses: "Ahora es una lucha entre hermanos, en la que la culpa la tiene un tercero, Sur¨¢frica; y es imposible hacer previsiones, porque ellos no tienen m¨¢s objetivos que el de matar y desaparecer en el mato", a?ade. "La gente los reconoce por su forma de actuar y los huele a distancia: cuando ellos andan cerca, los campesinos desaparecen como por encanto".
Preparaci¨®n
El entrenamiento que Kalulu y sus dem¨¢s compa?eros est¨¢n recibiendo tiene como objetivo el de prepararlos para hacer frente ante cualquier imprevisto, tanto en el plano f¨ªsico como en el de las tomas de decisiones. Llegaron en pleno febrero a El Escorial, tras haber sido seleccionados entre 25 compa?eros. La sierra de Guadarrama estaba entonces completamente encampuchada de nieve."Fue como un sue?o ver aquello", recuerda Jorge Adriano, alf¨¦rez de 23 a?os, en un correcto castellano que aprendi¨® en Cuba, donde estudi¨® el bachillerato. "Claro que el fr¨ªo ha sido nuestro principal problema para adaptarnos: en los tr¨®picos los inviernos no existen y tampoco tenemos monta?as como ¨¦stas".
Al d¨ªa siguiente comenzaron los duros entrenamientos junto a los alumnos espa?oles. Como primer plato, una marcha hacia el monte Abantos, que se ha convertido en una vista familiar para ellos. Ninguno protest¨® porque sus jefes, adem¨¢s de cargarlos con un completo equipo de faena, cargaran sus mochilas con una piedra. "Nuestro deber es el de obedecer a nuestros superiores", afirma Kalulu. "Adem¨¢s, no da tiempo a pensar: cuando est¨¢s de marcha s¨®lo miramos fijamente a la caseta o a las botas del compa?ero que nos precede con un lema: ?avanti, Abantos!".
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