Orzechowski: "Que nos dejen a nosotros nuestras relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica"
El ministro de Exteriores de Polonia compara los disturbios en su pa¨ªs a las huelgas en Espa?a
"Que nos dejen a nosotros nuestras relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica", afirma Marian Orzechowski, ministro de Asuntos Exteriores de Polonia desde 1985 y miembro del Bur¨® Pol¨ªtico del Comit¨¦ Central del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP). Orzechowski opina asimismo que quiz¨¢ sea Europa occidental la que est¨¦ perdiendo el tren de la historia al no fomentar una integraci¨®n verdaderamente paneuropea.
Orzechowski, de 57 a?os, lleg¨® a Madrid el mi¨¦rcoles en visita oficial. Ayer fue recibido por el rey Juan Carlos a qui¨¦n transmiti¨® una invitaci¨®n para viajar a Polonia. El rey la "agradeci¨®", seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Orzechowski se entrevist¨® tambi¨¦n con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez (a quien reiter¨® una invitaci¨®n a Varsovia), y con su hom¨®logo Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.Pregunta. Durante los recientes conflictos laborales en Polonia usted atac¨® la actitud de la Prensa y de algunos Gobiernos de los pa¨ªses occidentales. ?Piensa realmente, como afirm¨®, que Polonia vuelve a ser utilizada para interrumpir el proceso de distensi¨®n?
Respuesta. Si lo pienso es que tengo fundamentos para ello. No he hablado de todos los Gobiernos, pero existen fuerzas pol¨ªticas en Occidente que han tratado a Polonia como un instrumento. Son fuerzas que no est¨¢n interesadas en que, por ejemplo, la perestroika en la Uni¨®n Sovi¨¦tica tenga ¨¦xito. Y desde este punto de vista si en Polonia se produjese una desestabilizaci¨®n, Polonia volver¨ªa a ser un pa¨ªs estremecido por las inquietudes sociales, y ser¨ªa un magn¨ªfico argumento en contra de los procesos que est¨¢n produci¨¦ndose en la URSS para los que fuera y dentro de ella son contrarios a los cambios(...)
En realidad, los acontecimientos, en sus dimensiones y en su car¨¢cter, no han sido muy distintos de lo que pasa a diario d¨ªas en los pa¨ªses occidentales. No s¨¦ si es muy diferente de lo que pasa en los astilleros vascos, o, en su esencia, de las huelgas de maestros en su pa¨ªs. Lo que se considera normal en un pa¨ªs occidental cobra dimensiones apocal¨ªpticas cuando ocurre en un pa¨ªs comunista.
Problemas de la reforma
P. El Gobierno ha logrado tranquilizar de momento la situaci¨®n en Polonia. ?Pero qu¨¦ pasos va a dar para frenar un malestar creciente?R. Los problemas siguen existiendo. Son los problemas de la reforma econ¨®mica, de salir de la penuria econ¨®mica en que se encuentra nuestro pa¨ªs. Es un proceso muy dif¨ªcil y muy doloroso. Nuestros lectores e interlocutores espa?oles deben entenderlo, porque saben qu¨¦ problemas sociales comporta la reestructuraci¨®n de la industria(...) Los recientes acontecimientos muestran que la posibilidad del di¨¢logo con distintas fuerzas pol¨ªticas son m¨¢s amplias que antes(...) Pero no creo que nadie en Polonia que vea de una forma realista lo que hemos pasado pueda pensar en una revitalizaci¨®n de Solidaridad.
P. Si Gorbachov habla con Sajarov, ?por qu¨¦ Jaruzelski se niega a hablar con Walesa?
R. Como dicen los franceses, hay que guardar todas las proporciones. Sajarov y Walesa son dos cosas, dos personas diferentes. Hay que comparar qu¨¦ es lo que dice Sajarov con lo que dice Walesa. En segundo lugar, Solidaridad no es Walesa y Walesa no es Solidaridad. En cuanto a Solidaridad, tenemos ya la experiencia de 1981: ese sindicato, que al principio fue la esperanza de varios millones, a trav¨¦s del caos de las huelgas llev¨® al pa¨ªs al borde de un abismo. S¨®lo la introducci¨®n del estado de excepci¨®n pudo salvar al pa¨ªs(...)
P. ?Cu¨¢l es el efecto de la perestroika sovi¨¦tica en la vida interna de Polonia?
R. Nos fortalece en nuestra convicci¨®n de que estamos caminando por la senda correcta. Estoy muy contento de que en Occidente la perestroika cause tanto entusiasmo. Nosotros hemos empezado, el proceso mucho antes, cuando nadie todav¨ªa pensaba en la perestroika. Me alegro tambi¨¦n de que en estos momentos se entusiasmen ustedes de lo que est¨¢ ocurriendo en Hungr¨ªa. En las reformas pol¨ªticas hemos avanzado ya hace tiempo mucho m¨¢s que los postulados presentados en la ¨²ltima conferencia [del partido h¨²ngaro](...)
P. ?Est¨¢ a favor de una reunificaci¨®n de Alemania?
R. Personalmente, no. He vivido las consecuencias de una Alemania unificada. Y soy historiador. Una Alemania unificada siempre ha significado el desequilibrio en Europa. Europa era feliz cuando hab¨ªa varios pa¨ªses alemanes(...)
P. ?Cu¨¢ndo se van a establecer relaciones entre Polonia y el Vaticano?
R. En cuanto sea posible. Las conversaciones est¨¢n muy avanzadas. Los problemas centrales han sido resueltos (...)
1968 y 1981
P. ?Cree usted que una reducci¨®n de armamentos convencionales puede presentar problemas pol¨ªticos para la URSS en Europa del Este, dado, como lo ven algunos, el papel del Ej¨¦rcito Rojo -como ocurri¨® en Checoslovaquia en 1968 para el mantenimiento del sistema en esos pa¨ªses?R. Los a?os 1968 y 1988 son dos ¨¦pocas distintas en la historia de Europa. Es como ir a un zool¨®gico y no ver a un elefante: lo que ha cambiado la Uni¨®n Sovi¨¦tica, lo que han cambiado nuestros pa¨ªses, lo que ha cambiado en las relaciones internacionales Este-Oeste (...) Adem¨¢s, no deben ustedes preocuparse por esto. Que nos dejen a nosotros nuestras relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Hay propuestas sobre la reducci¨®n del armamento convencional. Discutamos sobre ellas. Reduzcamos el armamento y a la vez las preocupaciones de los que, en los reg¨ªmenes en Europa occidental, se est¨¢n apoyando en las bayonetas de la URSS. Es un tema que nos deben dejar a nosotros, y a nosotros no nos preocupa. La experiencia de Polonia deber¨ªa ense?ar algo a Occidente. Despu¨¦s de 1968 en Checoslovaquia, hubo un diciembre de 1981 en Polonia. Hemos conseguido solucionar nuestros problemas por nuestros propios medios (...)
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