El pulso de Europa

En Europa occidental se est¨¢ a las puertas de un gran movimiento de integraci¨®n con la creaci¨®n de un mercado ¨²nico, al menos entre los doce, pero que puede llegar a incluir a pa¨ªses como Noruega, Suecia o Austria. ?Est¨¢ perdiendo Polonia una cita con la historia?

"?Por qu¨¦ precisamente Polonia ha de perder el pulso de la historia?", replica Orzechowski. "Podr¨ªamos darle la vuelta al proceso. Tal vez es en Occidente donde empieza a perderse el pulso de la historia. Europa no termina con los doce. Incluso la Europa de los doce ampliada con Suecia, o Suiza, o Noruega, o Austria, que tambi¨¦n quiere ingresar en la Comunidad Europea, no lo ser¨¢ todo, no ser¨¢ todo Europa. La forma de medir ese pulso hist¨®rico debe pensarse tanto en Occidente como en el Este, si pensamos de una forma seria en Europa, si queremos declarar la importancia de. Europa frente al resto del mundo. Un dilema de Occidente es, o debe ser, c¨®mo estimular esos procesos de integraci¨®n naturales que est¨¢n produci¨¦ndose y que se producir¨¢n -me refiero a lo que est¨¢ previsto que ocurrir¨¢ en 1992-, c¨®mo lograr que esos procesos naturales al mismo tiempo no profundicen las divisiones en toda Europa. Hasta el momento les acompa?a la divisi¨®n de Europa desde el punto de vista de las tecnolog¨ªas. Nosotros sentimos muy bien el pulso hist¨®rico, y adem¨¢s sentimos el peligro que amenaza a Europa a trav¨¦s de esas divisiones. ?Cu¨¢l cree que era la causa de la propuesta polaca para que el Consejo de Europa tomara una dimensi¨®n paneuropea? (...) Deseamos mantener las relaciones bilaterales con la Comunidad Europea, pero no queremos otra vez una declaraci¨®n vac¨ªa, sino con sustancia econ¨®mica real".