La Guardia Civil destroz¨® por error la puerta del piso de un agente judicial

La Guardia Civil destroz¨® por error, con explosivos y disparos, la puerta blindada del piso de un agente judicial de Madrid. El juez hab¨ªa autorizado el registro de la vivienda para detener a varias personas relacionadas con la guerrilla del Kurdist¨¢n y con el turco Halid Ozen, que poco antes hab¨ªa muerto en un tiroteo con la Guardia Civil. Los agentes de este cuerpo se equivocaron al solicitar el mandamiento de entrada al piso 5? C del n¨²mero 98 de la calle de Infanta Mercedes: los sospechosos viv¨ªan en la vivienda contigua.

El turco Halid Ozen, de 23 a?os, result¨® muerto a la 1.45 horas del pasado d¨ªa 17. Un grupo de agentes de la unidad de Servicios Especiales de la Guardia Civil, que le segu¨ªa de cerca, le abord¨® cuando circulaba en un coche por los alrededores de la plaza de Castilla. Seg¨²n la versi¨®n oficial, Ozen intent¨® disparar y fue abatido por los guardias.El turco muerto, residente en la localidad toledana de Oropesa, fue visto poco antes entrar y salir del n¨²mero 98 de Infanta Mercedes. La Guardia Civil solicit¨® y obtuvo del juez de Instrucci¨®n n¨²mero 26 un mandamiento de entrada y registro en el piso quinto, letra C, del mencionado inmueble, al creer que era el que hab¨ªa visitado Halid Ozen.

Varios guardias se trasladaron a la vivienda, acompa?ados del secretario del juzgado. Un portavoz oficial asegur¨® ayer que los funcionarios llamaron repetidamente al timbre y dieron voces de "abran a la Guardia Civil", sin que nadie respondiera.

"La fuerza actuante efectu¨® cuatro disparos contra la cerradura blindada, sin que se consiguiera la apertura de la puerta", seg¨²n la misma fuente oficial. Pero el due?o del piso, el agente judicial Emilio Vinuesa Arias, expres¨® a este peri¨®dico su convicci¨®n de que los guardias atacaron su puerta con explosivos y disparos.

Al comprobar que la puerta no ced¨ªa, los guardias civiles fueron en busca del portero de la finca para que les facilitara un duplicado de las llaves del piso. Sin embargo, tampoco lograron acceder a la vivienda por este sistema.

El ¨²nico ocupante del piso, Emilio Vinuesa, se despert¨® al fin y se acerc¨® a la entrada de su casa. Al reconocer la voz del secretario del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 26, se tranquiliz¨® y ayud¨® desde dentro a descerrajar la puerta, mientras los guardias civiles la apalancaban con un destornillador, seg¨²n coinciden las diversas fuentes consultadas.

Vinuesa Arias, cuyo trabajo consiste en repartir a domicilio las citaciones judiciales emitidas por los juzgados de Primera Instancia de Madrid, permiti¨® la entrada de los agentes. ?stos registraron la casa "con resultados negativos", seg¨²n el portavoz de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil.

Mientras tanto, aparecieron en el descansillo del quinto piso dos j¨®venes "con los brazos en alto", seg¨²n la Guardia Civil. Ambos hombres, que salieron de la vivienda marcada con la letra D, contigua a la del agente judicial, resultaron ser los iran¨ªes A. K. K. y A. P., ambos de 21 a?os. Junto a ellos estaba tambi¨¦n la espa?ola C. C. S., de 21 a?os.

Los iran¨ªes fueron detenidos y permitieron voluntariamente el registro de su casa, donde fueron encontrados dos pasaportes de esa nacionalidad, otro noruego, otro espa?ol y un DNI, adem¨¢s de numerosas cartillas bancarias, tres agendas escritas en caracteres ar¨¢bigos y 888.000 pesetas en met¨¢lico.