El 'pensamiento' marxista del emperador de Occidente

Es posible, aunque dif¨ªcil de creer, que Ronald Reagan, cuya revista de cabecera es el Reader's Digest y que abre los peri¨®dicos por los comics, se haya le¨ªdo, "de cabo a rabo", como afirma, la obra Perestroika, de Mijail Gorbachov. Pero no es seguro que la haya entendido. Le ha podido ocurrir como con sus lecturas de estudiante, en la oscura universidad de Eureka, en Illinois, de los cl¨¢sicos del marxismo, que, una vez m¨¢s, acaba, de confundir. Pero esta vez ante 200 millones de telespectadores de la URSS y del imperio del Este.

?ste es un ejemplo m¨¢s del problema que la mente impresionista de Reagan -que registra s¨®lo im¨¢genes, an¨¦cdotas- tiene para asimilar ideas y reproducirlas. Dicho esto, hay tambi¨¦n que reconocer que a pesar de su inferioridad intelectual -que no aguanta comparaci¨®n con Gorbachov- al 40? presidente de Estados Unidos le salva su tremendo instinto pol¨ªtico. Este instinto ha sido capaz de comprender que hab¨ªa que dar un giro a las relaciones entre las dos superpotencias.Y es Ronald Reagan, nada amante de la reflexi¨®n ni del debate de ideas, quien est¨¢ a punto de cambiar cualitativamente las relaciones entre Estados Unidos y, la URSS, sac¨¢ndolas de la hostilidad de la guerra fr¨ªa y situ¨¢ndolas en un camino de di¨¢logo quiz¨¢s irreversible. "Nos separan profundas diferencias, diferencias morales, pero podemos ser competitivos sin ser hostiles", afirm¨® ayer al llegar a Mosc¨².

Al presidente de Estados Unidos le gusta de citar a Lenin poniendo en su boca la frase de que "los comunistas buscan la expansi¨®n mundial". Dos periodistas sovi¨¦ticos, que le entrevistaron hace unos d¨ªas en la Casa Blanca, le dijeron que especialistas sovi¨¦ticos, la Prensa norteamericana y expertos de la Biblioteca del Congreso en Washington, no hab¨ªan encontrado en lugar alguno esa cita. Y a continuaci¨®n le dispararon la pregunta siempre temida por los asesores presidenciales: "?Qu¨¦ obras de Lenin ha le¨ªdo usted, se?or presidente, y de d¨®nde salen sus citas?".

Reagan, que ofreci¨® ayer a los telespectadores sovi¨¦ticos una entrevista confusa y deshilvanada que ha contrastado vivamente con las s¨®lidas declaraciones de Gorbachov a The Washington Post, respondi¨® textualmente lo siguiente: "Oh. No creo que pueda recordar y especificar aqu¨ª y all¨ª. Pero yo he tenido, soy suficientemente viejo para haber tenido un gran inter¨¦s en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y s¨¦ que en las cosas que estudi¨¦ en la universidad, cuando estaba obteniendo mi licenciatura de Econ¨®micas y Sociolog¨ªa, que las declaraciones de Karl Marx, por ejemplo, que Marx dijo que su sistema, el comunismo, s¨®lo puede tener ¨¦xito cuando el mundo entero se vuelva comunista. As¨ª que el objetivo ten¨ªa que ser un Estado comunista en todo el mundo".

"Ahora, como le digo, no puedo recordar todas las fuentes de las cuales saqu¨¦ esto, y quiz¨¢ algunas cosas hayan sido interpretadas diferentemente en versiones modernas, pero s¨¦ que Lenin insisti¨® en esto y dijo que ¨¦se deb¨ªa ser el objetivo. Pero tambi¨¦n s¨¦, y para esto no hace falta haber le¨ªdo a Lenin, que todos los l¨ªderes, todos los secretarios generales [del PCUS], excepto el actual, hab¨ªan reiterado, en apariciones ante el Congreso sovi¨¦tico, su adhesi¨®n a esa teor¨ªa marxiana, que el objetivo era un Estado comunista a nivel mundial".

"Este hombre [por Gorbachov] no ha dicho eso. As¨ª que no estaba inventando nada. ?stas eran las cosas que nos dec¨ªan. Por ejemplo, aqu¨ª en nuestro Gobierno, sab¨ªamos que Lenin hab¨ªa expresado una parte del plan que implicaba a Latinoam¨¦rica y todo lo dem¨¢s. Y la frase que nos sonaba muy dura era cuando ¨¦l dijo que el ¨²ltimo basti¨®n del capitalismo, Estados Unidos, no tendr¨ªa que ser capturado, sino que caer¨ªa en sus manos extendidas como fruta madura".

"Probablemente" escribir¨¢ un libro sobre su presidencia, revel¨® Reagan a la televisi¨®n sovi¨¦tica. "No me entusiasma demasiado, ya escrib¨ª uno y me di cuenta de que es una tarea muy dura".