Momentos de crisis
La situaci¨®n sanitaria de nuestro pa¨ªs est¨¢ atravesando un momento de crisis. La aprobaci¨®n de la ley general de Sanidad deber¨ªa haber configurado el marco de la reforma sanitaria, de cuyo desarrollo habr¨ªa de surgir el sistema nacional de salud, que, en esencia, parec¨ªa dise?ar un sector sanitario p¨²blico que atendiera las necesidades, no s¨®lo asistenciales, de los ciudadanos.Pero desde hace alg¨²n tiempo se viene suscitando en los medios de comunicaci¨®n una campa?a, promovida por la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial y las compaft¨ªas de aseguradoras y cl¨ªnicas privadas, que pretenden retrotraer la situaci¨®n y poner en marcha lo que se ha denominado sanidad mixta. El principal problema est¨¢ en la actitud de la Administraci¨®n, que parece avalar estas tesis, y en el incumplimiento del desarrollo normativo de la ley general de Sanidad, con lo que la reforma est¨¢ realmente estancada.
Esta pol¨¦mica puede abordarse desde dos vertientes. La primera es que si la sanidad queda en manos privadas, se produce un d¨¦ficit de aquellos sectores menos rentables, marginando a los grupos de poblaci¨®n m¨¢s deprimidos y de menor nivel socioecon¨®mico, que se ven obligados a acudir a sistemas de beneficencia.
Por otro lado, el coste, total de la asistencia se ha demostrado muy superior en aquellos pa¨ªses con sistemas liberalizados que en los que poseen un sistema p¨²blico de salud, siempre con niveles homologables de atenci¨®n sanitaria. Los ejemplos m¨¢s conodidos son los del Reino Unido y EE UU, que dedicaban en 1982 un 6,3% y un 10,6%, respectivamente, de su PIB a la sanidad. Ello es f¨¢cilmente entendible si se tiene en cuenta que la demanda de los servicios sanitarios la generan, en gran medida, los propios agentes sanitarios, que son quienes indican las pruebas a realizar (an¨¢lisis, radiograf¨ªas, etc¨¦tera), las intervenciones quir¨²rgicas, la frecuencia y el n¨²mero de controles, los medicamentos a tomar, etc¨¦tera. En aquellos sistemas que se basan en las retribuciones por acto m¨¦dico existe una tendencia, podr¨ªamos decir que natural, a la multiplicaci¨®n de los mismos y a una cierta medicina de complacencia. Adem¨¢s, se produce una discriminaci¨®n de los ciudadanos en su acceso a las prestaciones sanitarias en relaci¨®n con sus ingresos, ya que el mecanismo utilizado para adecuar oferta y demanda est¨¢ en el coste de la atenci¨®n sanitaria, de forma que los servicios sanitarios dejan de ser usados, no por quienes no los precisan, sino por quienes no pueden sufragarlos.
Son los servicios p¨²blicos de salud de pa¨ªses como Suecia, Dinamarca o Finlandia los que mejor funcionan, por lo que pretender equiparar sistema sanitario p¨²blico a mal funcionamiento es o desconocer la realidad o querer hacer demagogia.
La otra vertiente es el nuevo enfoque de la atenci¨®n sanitaria, que rompe con una estructura excesivamente medicalizada y hospitalocentrista. Se trata, de acuerdo con lo que propugna la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, de dirigir los esfuerzos del sistema sanitario, no s¨®lo a la curaci¨®n o al tratamiento de las enfermedades, sino, sobre todo, a la prevenci¨®n de las mismas y a la promoci¨®n de la salud mediante la adquisici¨®n de h¨¢bitos de vida saludables y evitando aquellos factores que suponen un riesgo. Esta nueva concepci¨®n de la atenci¨®n sanitaria se basa en la atenci¨®n primaria de salud, en la que, en el primer escal¨®n asistencial, se abordan, de manera integral y multidisciplinaria, los problemas de salud de los ciudadanos y donde se llevan a cabo actuaciones preventivas y de promoci¨®n de la salud (educaci¨®n sanitaria, etc¨¦tera). Esta concepci¨®n de la atenci¨®n sanitaria s¨®lo es posible desde un dispositivo p¨²blico que integre las redes sanitarias y que permita una eficaz colaboraci¨®n entre los distintos niveles asistenciales.
Partiendo de estas ventajas de la sanidad p¨²blica, hay que considerar tambi¨¦n los importantes problemas que ¨¦sta tiene en nuestro pa¨ªs.
Para responder eficazmente a los mismos, habr¨ªa que abordar las siguientes cuestiones:
1. Incrementar los recursos destinados a la sanidad p¨²blica, aumentando el porcentaje de PIB destinado a la sanidad y sufragando el sector sanitario p¨²blico a partir de los Presupuestos Generales del Estado, desvincul¨¢ndolos del sistema de Seguridad Social.
2. Cobertura de toda la poblaci¨®n por el sistema nacional de salud, asegurando las prestaciones de ¨¦ste a toda la poblaci¨®n e incrementando las mismas (salud mental, odontoestomatolog¨ªa, etc¨¦tera).
3. Constituci¨®n de todos los servicios de salud, para lo que es preciso que se produzcan las transferencias del Insalud a todas las comunidades aut¨®nomas y que ¨¦stas desarrollen sus competencias organizativas plenamente.
4. Potenciar la atenci¨®n primaria de salud, acelerando la puesta en marcha de nuevos centros de salud que permitan en el a?o 1990 la cobertura de toda la poblaci¨®n y, a la vez, dot¨¢ndoles de infraestructura, personal y equipamientos adecuados, e iniciando las labores de prevenci¨®n y promoci¨®n de la salud.
5. Formaci¨®n de una red ¨²nica de hospitales p¨²blicos, integrando todos los recursos hospitalarios y confiri¨¦ndoles una dotaci¨®n suficiente para desarrollar sus tareas de cobertura de la asistencia especializada.
6. Integraci¨®n de todos los recursos sanitarios p¨²blicos en cada ¨¢rea de salud, para lo que se precisa la integraci¨®n de las redes sanitarias, la puesta en funcionamiento de mecanismos de gesti¨®n unificados y el desarrollo de sistemas de coordinaci¨®n de los dos escalones asistenci¨¢les.
7. Democratizar la gesti¨®n de los centros sanitarios a todos los niveles, estableciendo sistemas de participaci¨®n de profesionales y usuarios.
8. Delimitar el sector p¨²blico del privado, extendiendo la dedicaci¨®n exclusiva a todos los profesionales de la sanidad p¨²blica.
9. Conseguir la formaci¨®n de todos los posgraduados, potenciando la v¨ªa MIR e incrementando el n¨²niero de plazas convocadas.
10. Establecer sistemas de incentivaci¨®n y promoci¨®n profesionales, que permitan favorecer la calidad docente, asistencial e investigadora de quienes trabajan en la sanidad.
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