Indonesia: La 'apertura democr¨¢tica' en la imaginaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez
En las semanas anteriores al derrocamiento del Gobierno de Salvador Allende, algunos muros de Santiago aparec¨ªan pintados con la palabra Yakarta! La ultraderecha le recordaba brutalmente a la izquierda chilena lo que le iba a suceder: un asesinato masivo. La simbolog¨ªa proven¨ªa del golpe militar que en octubre de 1965 termin¨® con el Gobierno del presidente reformista Sukarno y desencaden¨® una matanza masiva de miembros del partido comunista (PKI) de Indonesia.EL PA?S (21 de abril de 1987) lo record¨® as¨ª: "Fue una de las mayores represalias en masa de la historia moderna. Java entera qued¨® convulsionada por una erupci¨®n de violencia ( ... ) en la que fueron asesinadas por lo menos medio mill¨®n de personas".
Ni esta tragedia ni otras caracter¨ªsticas de la actual dictadura indonesia parecen haber sido tomadas en consideraci¨®n por la diplomacia espa?ola. Durante el viaje que acaba de realizar a ese pa¨ªs, el presidente Felipe Gonz¨¢lez ha manifestado su comprensi¨®n con una supuesta "apertura democr¨¢tica" que no se percibe por ninguna parte.
El grito de Yakarta! le dio el poder al general Suharto, que desde entonces ha presidido un r¨¦gimen que no es, como se autocalifica, de "democracia dirigida", sino lisa y llanamente de dictadura. As¨ª lo indican los datos sobre libertades pol¨ªticas, r¨¦gimen econ¨®mico en el que vive la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, y falta de vigencia de los derechos humanos. Suharto mantiene establecido un sistema autocr¨¢tico y corrupto de dominio familiar Los partidos pol¨ªticos permitidos no pueden plantear opciones que no sean aprobadas por el r¨¦gimen.
En las elecciones de abril de 1987, Suharto fue el candidato ¨²nico, y en la C¨¢mara de Representantes 100 esca?os son ocupados por militares designados directamente por el dictador. La Prensa sufre censura. En octubre de 1986 fue clausurado el diario Sinar Harapan por sus cr¨ªticas al programa econ¨®mico, y tres periodistas australianos fueron expulsados en el mismo a?o por denunciar la corrupci¨®n econ¨®mica de la familia Suharto. La libertad de asociaci¨®n y los derechos sindicales est¨¢n absolutamente recortados.
Respecto del milagro econ¨®mico que tanto ha impresionado al presidente Felipe Gonz¨¢lez durante su estancia, hay que se?alar que Indonesia ocupa entre los pa¨ªses del mundo el lejano puesto 94 en el ranking del desarrollo.
Mortalidad infantil
Esto se traduce en una mortalidad infantil del 125 por mil y en el hecho de que s¨®lo tres de cada 10 habitantes tienen agua potable. El analfabetismo afecta al 40% de los ciudadanos y la expectativa de vida es de 55 a?os. Cifras coherentes con un gasto militar de 3.957 millones de d¨®lares en 1986, frente a 634 millones dedicados a la salud y con unos salarios miserables (alrededor de 11.000 pestas mensuales) como los que cobran, seg¨²n EL PA?S del 25 de mayo de 1988, los trabajadores que montan los aviones hispano-indonesios CN-235 para uso civil y militar dise?ados por la empresa espa?ola CASA.
El modelo no parece funcionar, de todos modos, excesivamente bien: en 1987, la deuda externa era de 38.000 millones de d¨®lares y el Gobierno aplic¨® un programa de restricciones debido , a su dependencia de los precios del petr¨®leo. El presidente Gonz¨¢lez dijo el 23 de abril que "la comunidad internacional" desea que Indonesia alcance "un sistema democr¨¢tico comparable al desarrollo econ¨®mico conseguido". Como iron¨ªa, la declaraci¨®n no tiene gracia, y, tomada literalmente, al profundo subdesarrollo s¨®lo puede corresponderle la dictadura vigente.
La tragedia de Indonesia tiene su prolongaci¨®n en Timor Oriental, otra cuesti¨®n que ha merecido el silencio de Espa?a. En 1975, un Gobierno de corte nacionalista lleg¨® al poder en esa isla y declar¨® la independencia de Portugal. Ocho d¨ªas despu¨¦s, las tropas de Indonesia la invadieron e incorporaron como provincia. Se produjo una matanza masiva, a la que ha seguido una sistem¨¢tica represi¨®n. Se estima que las v¨ªctimas alcanzan la cifra de 200.000 personas.
Indonesia ha sustituido a Portugal como potencia colonial y se ha extendido a trav¨¦s de asentamientos por las 13.700 peque?as islas adyacentes a su territorio, proclamando su soberan¨ªa e imponiendo un modelo de desarrollo militarizado que el grupo de defensa ¨¦tnica Cultural Survival describe como de "expansi¨®n de la pobreza, desplazamientos forzosos de ind¨ªgenas, deforestaci¨®n y destrucci¨®n del suelo, y amplio uso de las fuerzas militares para romper la resistencia local mediante bombardeos y matanzas".
El sistema de asentamientos permite a la dictadura desplazar una mano de obra en paro que aumenta a un ritmo de dos millones de personas por a?o. La cuesti¨®n de Timor Oriental ser¨¢ tratada en el curso de 1988 en las Naciones Unidas por requerimiento de la subcomisi¨®n de la ONU para la prevenci¨®n de la discriminaci¨®n y protecci¨®n de las minor¨ªas.
Amnist¨ªa Internacional tambi¨¦n se ha ocupado del caso indonesio. En su informe de 1987 se citan numerosos casos de presos pol¨ªticos, juicios sumarios, penas de muerte y ejecuciones, detenciones ilegales, torturas que "en algunos casos resultaron en la muerte de los detenidos", desapariciones y el obvio rechazo del Gobierno de Suharto a que una misi¨®n de Amnist¨ªa asistiera a los juicios pol¨ªticos.
Las v¨ªctimas son opositores, especialmente isl¨¢micos, y miembros o supuestos simpatizantes del Frente Revolucionario de Timor Este Independiente (Fretilin).
El reciente informe de las prestigiosas asociaciones humanitarias estadounidenses The Watch Committees y Lawyers Committee for Human Rights indica que contin¨²a la violaci¨®n de todos los derechos humanos y ciudadanos, sin que se perciba ninguna "apertura democr¨¢tica".
"Humildad"
Ante esta situaci¨®n, la actitud aparentemente prudente de Felipe Gonz¨¢lez al decir, con respecto, a la situaci¨®n pol¨ªtica indonesia, que "hay que tener la humildad de comprender los elementos diferenciales que puedan existir" es de un profundo eurocentrismo y una gran hipocres¨ªa que no encubre otra que intereses comerciales.
?Son diferentes los derechos humanos y las libertades civiles de los indonesios y de los habitantes de Timor que los de Espa?a? ?La diplomacia espa?ola no tiene valores?
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