El laboratorio manda

La nueva definici¨®n de s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) pretende, seg¨²n el Ministerio de Sanidad y Consumo en una publicaci¨®n del 8 de marzo pasado, "incrementar la sensibilidad y especificidad de la definici¨®n a trav¨¦s de una mayor aplicaci¨®n en el diagn¨®stico de la evidencia de laboratorio de infecci¨®n por VIH". Plantea la denominaci¨®n del caso en funci¨®n de tres situaciones en las que puede estar cada enfermo: que no haya evidencia de laboratorio de infecci¨®n por el virus, que la haya o que las pruebas anal¨ªticas sean negativas.Los cambios m¨¢s importantes se refieren a los enfermos con pruebas positivas de laboratorio. Se considera que una persona est¨¢ afectada por el s¨ªndrome cuando padezca al menos una enfermedad de una gama de 24 patolog¨ªas distintas. En ellas se incluyen, por primera vez, la encefalopat¨ªa por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) -una demencia que incluye incapacidad cognoscitiva y alteraciones motoras-; el s¨ªndrome de desnutrici¨®n por el virus (consunci¨®n con diarrea cr¨®nica); tuberculosis diseminada y septicemia (infecci¨®n generalizada) recurrente por salmonella. En los nuevos criterios se incluyen tambi¨¦n enfermedades indicadoras del s¨ªndrome que no pueden diagnosticarse con criterios definitivos porque el estado de los enfermos no permite la realizaci¨®n de ciertas pruebas.

En caso de que no se realizasen pruebas de laboratorio para el VIH o que diesen resultados indeterminados, se diagnostica SIDA en caso de que el enfermo tenga al menos una de las 12 enfermedades indicadoras del s¨ªndrome diagnosticadas definitivamente.

Por ¨²ltimo, si las pruebas son negativas, el paciente es considerado sano a menos que haya tenido alguna de las enfermedades citadas en el supuesto anterior o que tenga un recuento muy bajo de una familia de c¨¦lulas inmunitarias.