La ninfa y el cazador
Una de las fuentes de Memorias de Leticia Valle (1946), dice la escritora, es un cuento centroeuropeo que le contaba su madre y que narra la historia de un cazador que se enamor¨® de una ninfa y logr¨® seducirla y llevarla a su caba?a. Pero la ninfa pod¨ªa escapar cualquier medianoche, y recobrar su virginidad. Para impedirlo el cazador aprisionaba todas las noches las alas de la ninfa en un ba¨²l, hasta que un d¨ªa fatal algo pas¨® con las llaves y la ninfa pudo escapar y volvi¨® a ser virgen."Eso es lo que. quiso hacer VIadimir Nabokov con su personaje Lolita", dice la escritora, "pero evidentemente cambi¨® de idea: Lolita, al final, no es virgen. En cambio mi Leticia Valle s¨ª lo es".
Parecer¨ªa, y ella asiente, que esa virginidad a la que alude es de la misma familia de met¨¢foras que la de vivir bajo elpuente que utiliza en su libro: "El verdadero puente es el m¨¢s bello refugio. Silencioso intermitentemente porque sobre el puente pasa el tren o los grandes ¨®mnibus y toda la estructura retiembla, y el temblor es como una presencia -una existencia all¨¢ arribade algo que pasa y el puente queda cobijando. Bueno, hace falta mucho valor..." (p¨¢gina 86).
Sin oscuridad
Hija de un v¨¢stago de una familia de militares "que se qued¨® en funcionario porque no quer¨ªa recibir ¨®rdenes", Chacel no recibi¨® exactamente la educaci¨®n de las se?oritas de la ¨¦poca. A causa de sus nervios excesivos, el m¨¦dico prohibi¨® a la familia "todo tipo de oscuridad" en torno a ella, lo que entre otras cosas le ahorr¨® la parte m¨¢s l¨²gubre de la religi¨®n: el infierno, la culpa, el castigo. .., de forma que de ella tuvo una visi¨®n "liberal, si es que eso quiere ahora decir algo".
?Y ahora? "Ahora es cuando ya no se puede decir. No soy de los ateos tranquilos, ni de los cristianos felices: las dos abominaciones posibles. Kierkegaard, acaso el ¨²ltimo hombre religioso, odiaba al cristiano feliz: el que se cree cristiano y soporta el horror del mundo".
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