Frescura en 'off'

Dinamo Danza tuvo una presentaci¨®n auspiciosa en los Lunes off del Centro Cultural Galileo, que se celebran paralelamente al Madrid en danza. El p¨²blico joven aguant¨® estoicamente las incomodidades del local y conect¨® muy pronto con este grupo fresco y desenfadado, interrumpiendo varias veces el desarrollo de la obra con aplausos, risas y diversas manifestaciones de regocijo que se repitieron y prolongaron al final.Ma?ana, pasado y al otro es una pieza estructurada en cinco escenas, en las que se trata de comentar con iron¨ªa algunos aspectos de la vida cotidiana en base al movimiento.

En realidad, la estructura teatral es un pretexto para presentar sin interrupci¨®n peque?as coreograf¨ªas, a veces -aunque no siempre- en clave de humor. La heterogeneidad aparece como una de las caracter¨ªsticas del grupo, en cuanto a formaci¨®n -algunos vienen del cl¨¢sico, otros de otras disciplinas, incluso de fuera del teatro-, enfoque y medios, mezclando con toda desenvoltura el movimiento cotidiano con diversos tipos de formalismo, la tabla de planchar con la angustia sublime, la canci¨®n hortera con la fantas¨ªa er¨®tica. Pero todo ello con una mirada atenta a la realidad, una capacidad de observaci¨®n suavemente subversiva -a menudo certera- y un sentido del movimiento que a veces cuaja en expresiones v¨¢lidas.

El conjunto del espect¨¢culo adolece de cierta inmadurez -quiz¨¢ el montaje era un poco complicado para las posibilidades del local- y en la obra se aprecian grandes desniveles. Hay escenas muy trabajadas, muy logradas coreogr¨¢ficamente y bien bailadas -como el paso a dos de los chicos en la mili o la pantomima del cine- y otras que lo est¨¢n mucho menos, sobre todo en la primera parte. Pero el material presentado es suficientemente revelador del potencial de Jos¨¦ Miguel Bau y ?scar Miralles -antiguos componentes del grupo Bocanada- como core¨®grafos y de Dinamo Danza como uno de los grupos m¨¢s saludables que se han visto esta temporada, en off o en on.

Adem¨¢s de ideas y ocurrencias, los core¨®grafos hacen un trabajo para desarrollarlas -el baile del gordo es un ejemplo bastante bien resuelto- y un esfuerzo significativo por lidiar con los problemas de t¨¦cnica que se plantean inevitablemente en este tipo de danza teatro.

Se puede apreciar una voluntad de buscar la forma de entrenamiento que no esclavice estil¨ªsticamente y se atisban incluso esbozos de movimiento personalizado totalmente infrecuentes en nuestro panorama.