Unos vienen y otros se van

Marco Berriel forma parte de ese colectivo creciente de bailarines espa?oles retornados de la emigraci¨®n que, como Luis Fuente, V¨ªctor Ullate o Guillermina Coll pasaron a?os bailando con ¨¦xito en compa?¨ªas extranjeras y al volver a su pa¨ªs buscan una inserci¨®n profesional que el escaso desarrollo del ballet en Espa?a les hace extremadamente dif¨ªcil.Las cualidades personales de Marco Berriel como int¨¦rprete son de primera categor¨ªa: tiene la claridad de movimientos, la concentraci¨®n y la chispa que hacen que su baile parezca siempre interesante.

Julia Olmedo est¨¢ en v¨ªas de seguir el camino inverso: formada aqu¨ª, entr¨® muy Joven en el Ballet Nacional, donde destac¨® en seguida como solista.

Con el paso del tiempo se acab¨® encontrando con la amenaza del estancamiento y dentro de unas semanas se marchar¨¢ a Lausanne para integrarse en la nueva compa?¨ªa de Maurice B¨¦jart.

Julia Olmedo y Marco Berriel presentaron el pasado a?o algunas piezas cortas y realizaron una coreograrla en la mejor tradici¨®n par¨®dica de la danza cl¨¢sica (Petrovskys pas de deux, sobre la m¨²sica del celeb¨¦rrimo Tchaikovisky's pas de deux de George Balanchine, que el Ballet Nacional tiene en su repertorio desde hace varios a?os).

Ahora, el intento de presentar un prograin a largo (Kalejira) para el Madrid en Danza no acaba de cuajar. Los bailarines que los acompa?an son competentes, pero coreogr¨¢ficamente las piezas presentadas carecen de garra.

Aparte del Petrovsky's, que guarda much¨ªsima gracia, y alg¨²n atisbo del baile del propio Berriel, merece destacarse el solo de Juba Olmedo en el juego de damas, montado sobre una tierna nana que canta Lole, en que la bailarina muestra de nuevo esas cualidades -rotunda presencia esc¨¦nica, alegn¨ªa d e movimiento y personalidad y delicadeza en el matiz expresivo- que siempre la caracterizaron.