La declaraci¨®n de Barcelona
Conscientes de que el desequilibrio econ¨®mico entre los dos hemisferios, la carrera de armamentos, los ataques generalizados al medio ambiente y la dominaci¨®n cultural de los pa¨ªses m¨¢s fuertes sobre los m¨¢s d¨¦biles constituyen amenazas extremadamente graves para la supervivencia de la especie humana, las participantes en el Coloquio de Barcelona se han declarado convencidas de que s¨®lo una solidaridad efectiva entre los pa¨ªses m¨¢s desarrollados y los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo permitir¨¢ superar las tensiones del mundo actual.El peso de la crisis econ¨®mica y de las pol¨ªticas de ajuste recae principalmente sobre las mujeres, por lo que se est¨¢ produciendo, a nivel mundial, un proceso de feminizaci¨®n de la pobreza.
Por ello habr¨ªa que reconocer, en la investigaci¨®n y en la planificaci¨®n econ¨®mica, as¨ª como en la contabilidad nacional, la aportaci¨®n real que las mujeres hacen a la econom¨ªa, tanto a trav¨¦s del trabajo oficial remunerado como del invisible y no pagado, teniendo especialmente en cuenta su contribuci¨®n a la producci¨®n de alimentos y favoreciendo su acceso a la educaci¨®n, a la propiedad de la tierra y al cr¨¦dito. Deber¨ªa cancelarse la deuda externa de los pa¨ªses m¨¢s pobres e invertir los recursos as¨ª obtenidos a fomentar el empleo de las mujeres, la creaci¨®n de servicios y la protecci¨®n del medio ambiente.
'Ayuda'
La noci¨®n de ayuda al desarrollo deber¨ªa ser sustituida por la de proyectos comunes de desarrollo, que expresa una idea de interrelaci¨®n entre dos interlocutores con un objetivo com¨²n: el desarrollo de las dos partes implicadas.
Las mujeres, agentes de salud y de educaci¨®n, deber¨ªan estar presentes, y sus intereses y puntos de vista tenerse en cuenta en todas las fases de los programas para el desarrollo (planificaci¨®n, realizaci¨®n y evaluaci¨®n). El efecto de dichos programas sobre la condici¨®n de las mujeres, y especialmente sobre las mujeres m¨¢s pobres, tendr¨ªa que ser uno de los criterios principales en la evaluaci¨®n de los proyectos.
Las mujeres tienen con la naturaleza una relaci¨®n m¨¢s activa que los hombres. Adem¨¢s de ser madres, fueron ellas probablemente las que, mientras los hombres se dedicaban a la caza y a la pesca, inventaron la agricultura y la domesticaci¨®n de los animales, actividades ambas que implican una actitud de reciprocidad: la tierra y los animales me alimentan, y yo, a cambio, les doy aquello que necesitan. De ah¨ª la particular sensibilidad de la mujer hacia los ataques al medio ambiente y su conciencia de los esfuerzos que son necesarios para su conservaci¨®n.
Ecosistemas
Los programas de ayuda al desarrollo deber¨ªan otorgar especial importancia a la protecci¨®n de los ecosistemas, apoy¨¢ndose en el papel que las mujeres pueden jugar en este ¨¢mbito. Habr¨ªa que preservar y fomentar las peque?as explotaciones agr¨ªcolas, la utilizaci¨®n de los m¨¦todos de cultivo tradicionales combinados con las t¨¦cnicas modernas de protecci¨®n del medio ambiente y favorecer las iniciativas locales haciendo un llamamiento a la participaci¨®n popular, especialmente de las mujeres.
Se debe limitar el poder de las empresas multinacionales sobre la agricultura mundial y obligarlas a actuar de forma que contribuyan a la conservaci¨®n del equilibrio ecol¨®gico. Habr¨ªa que apoyar el desarrollo de energ¨ªas alternativas por sus efectos positivos tanto sobre el medio ambiente como sobre las condiciones de vida de las mujeres, ya que permiten aligerar el trabajo dom¨¦stico.
La cultura es la base de todo desarrollo, y las tradiciones culturales deben ser salvaguardadas en lo que tienen de fecundo y positivo. Los pueblos del Sur y del Norte deber¨ªan, fuera de todo estereotipo, conocer y aprender a respetar las diferentes culturas; hay que luchar contra el racismo y la intolerancia religiosa, y especialmente contra la utilizaci¨®n que se hace de la religi¨®n en diferentes lugares para oprimir a la poblaci¨®n femenina.
Las mujeres de todo el mundo, y especialmente las de] Sur, son v¨ªctimas de la explotaci¨®n sexual. Por ello es necesario tomar medidas -incluyendo la adaptaci¨®n de los instrumentos jur¨ªdicos internacionales- para luchar contra el tr¨¢fico de mujeres, la prostituci¨®n forzada y todos los ataques a la integridad f¨ªsica de las mujeres. Las que se ven obligadas a dejar su pa¨ªs para escapar de las persecuciones en raz¨®n de su sexo deber¨ªan poder beneficiarse del Estatuto del Refugiado previsto por la Convenci¨®n de Ginebra de 195 1.
Las mujeres rechazan la violencia en todas sus formas, ya se trate de agresiones sexuales contra ellas o contra los ni?os, de violencia en el seno de la familia o de conflictos armados.
Por ello creen que las armas nucleares y convencionales deber¨ªan ser progresivamente eliminadas en todo el mundo, y los recursos as¨ª liberados, utilizados en programas para el desarrollo y especialmente para mejorar las condiciones de vida de las mujeres m¨¢s pobres. Tambi¨¦n consideran necesario fomentar la educaci¨®n para la paz a trav¨¦s del sistema educativo, la familia y los medios de comunicaci¨®n.
Las participantes en el Coloquio de Barcelona expresaron su solidaridad a las v¨ªctimas del apartheid y su apoyo a las resoluciones de las Naciones Unidas que exigen sanciones contra Sur¨¢frica.
Tambi¨¦n reconocieron los derechos del pueblo palestino, apoyaron las negociaciones para la b¨²squeda de la paz en Am¨¦rica Central y expresaron su solidaridad a todas las mujeres v¨ªctimas de las guerras.
Para conseguir estos objetivos, las mujeres quieren estar presentes, en igualdad con los hombres, en todos los lugares donde se tomen decisiones relacionadas con la pol¨ªtica econ¨®mica, el desarme, la cooperaci¨®n internacional y la protecci¨®n del medio ambiente.
Solicitan un espacio propio para intercambiar experiencias y opiniones, y proponen celebrar una conferencia en 1991 para evaluar los progresos alcanzados respecto a las conclusiones de Barcelona y as¨ª contribuir a la reuni¨®n que en 1992 har¨¢ balance de: la continuaci¨®n de la Campa?a Norte-Sur promovida por el Consejo de Europa.
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