El Ayuntamiento de Marbella y Jes¨²s Gil pactaron en secreto el fin de su conflicto
El presidente del Atl¨¦tico de Madrid, Jes¨²s Gil, y el Ayuntamiento de Marbella han llegado a un acuerdo tras varios meses de negociaci¨®n secreta, para solucionar sus diferencias urban¨ªsticas, centradas en la construcci¨®n del edificio Mare Nostrum, que provocaron la interposici¨®n de varias querellas mutuas y una escalada verbal de descalificaciones que ha durado m¨¢s de un a?o. Ambas partes se comprometen, seg¨²n confirm¨® este peri¨®dico en fuentes municipales, a desistir de las acciones judiciales.
En el acuerdo, que fue firmado con absoluta reserva ayer tarde en el ayuntamiento por el alcalde socialista, Alfonso Ca?as, y el propio Gil, el presidente atl¨¦tico reconoce el honor y la profesionalidad de los arquitectos municipales, contra quienes present¨® una querella por falsedad en documento p¨²blico solicitando 2.300 millones de pesetas de indemnizaci¨®n, y a los que acus¨¦ de prevaricaci¨®n por entender que falsearon un informe urban¨ªstico, por el que se le deneg¨® la licencia de obras a su edificio, situado en una de las zonas m¨¢s lujosas de Marbella.El ayuntamiento a su vez hab¨ªa acordado presentar dos querellas por calumnias y declarar persona "no grata" a Gil, a raiz de sus declaraciones acusando de actuaciones vergonzosas a los t¨¦cnicos municipales y de irresponsabilidad a la corporaci¨®n.
Tras el acuerdo, adem¨¢s de la retirada de acciones, Gil acepta no reclamar nada a los querellados y se reconoce p¨²blicamente que el Ayuntamiento de Marbella ha actuado en todo momento en defensa de los intereses de la poblaci¨®n y de la legalidad urban¨ªstica, independientemente de las diferencias de criterio con Veg¨¢ngeles SA, empresa con la que Gil opera en Marbella.
Por su parte, el ayuntamiento dar¨¢ licencia de obras para construir el edificio -ya pr¨¢cticamente levantado-, condicionada a que el MOPU dirima sobre el n¨²cleo de la confrontaci¨®n: la l¨ªnea mar¨ªtimo-terrestre, que para la corporaci¨®n ha sido invadida por el edificio, mientras que para Gil se ha respetado escrupulosamente. Ambas partes se someten al dictamen de la jefatura de costas, y si el ayuntamiento viera ratificados sus argumentos, Veg¨¢ngeles se compromete a perder parte del volumen edificado y a utilizar los s¨®tanos del edificio para uso "privado comunitario", sin poder abrir locales comerciales al paseo mar¨ªtimo.
El ayuntamiento tambi¨¦n se compromete a conceder la licencia de primera ocupaci¨®n para la apertura del club n¨¢utico que se proyecta crear en los s¨®tanos.
El acuerdo incluye tambi¨¦n una cl¨¢usula que estipula que el propio Gil enviar¨¢ al alcalde una carta, con autorizaci¨®n expresa para su difusi¨®n, en la que reconocer¨¢ que el inicio de la construcci¨®n del edificio y lo levantado hasta la fecha ha sido ejecutado sin licencia municipal de obras, por lo que reconoce la comisi¨®n de una infracci¨®n urban¨ªstica y el acatamiento de la sanci¨®n que se le imponga.
Tambi¨¦n se muestra satisfecho de la salida pactada al conflicto, que deja invulnerada la legalidad urban¨ªstica, y a salvo el honor y la profesionalidad de los arquitectos municipales as¨ª como la dignidad de la corporaci¨®n municipal.
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