El arzobispo integrista Lefebvre anuncia que consumar¨¢ el cisma al consagrar a cuatro obispos
El arzobispo rebelde Marcel Lefebvre anunci¨® ayer en Ec?ne (Suiza) su intenci¨®n de consumar un nuevo cisma en la Iglesia. Ante decenas de periodistas, tach¨® de modernistas a los tres ¨²ltimos papas, incluido el actual; agreg¨® que no le importaba la excomuni¨®n, puesto que proven¨ªa de una Iglesia viciada por el Concilio, y anunci¨® su intenci¨®n de consagrar cuatro obispos -entre ellos un espa?ol- el pr¨®ximo d¨ªa 30. "La excomuni¨®n es para el modernismo de este Pont¨ªfice", exclam¨® el prelado integrista en una de las aulas del seminario de Ec?ne. Seg¨²n una nota de la Santa Sede, ¨¦sta "sigue con especial preocupaci¨®n a los fieles interesados en esta decisi¨®n, que los coloca fuera de la comuni¨®n eclesial", lo cual equivale a que ser¨¢n excomulgados.
El tono de las palabras utilizadas por Lefebvre era el mismo con que respondi¨® rebeldemente en 1976 a las requisitorias lanzadas por Pablo VI, que le suspendi¨® a divinis. Al igual que los veterocat¨®licos, tras el Vaticano I (a finales del siglo XIX) y las llamadas iglesias nacionales checa (1920) y china (1950), el arzobispo integrista se separ¨® de la disciplina romana. Con referencias a los papas anteriores y tono trascendente, Lefebvre declar¨® que se hab¨ªa sentido burlado por la c¨²pula eclesi¨¢stica: "Lo siento, les dije, hab¨¦is jugado conmigo; lo he comprendido todo, se acab¨®". De nada ha servido la comprensi¨®n mostrada por el prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, tan duro en ocasiones con los te¨®logos progresistas.Los integristas han acabado, finalmente, rompiendo el protocolo firmado a principios del pasado mes de mayo con el Vaticano por varios motivos, entre ellos que quer¨ªan m¨¢s obispos tradicionalistas en una comisi¨®n mixta que deb¨ªa analizar los textos eclesi¨¢sticos, y la indeterminaci¨®n sobre la consagraci¨®n de los obispos. El Papa no se pronunci¨® sobre la terna de candidatos que desde hac¨ªa semanas le hab¨ªan enviado los de Ec?ne, relat¨® Lefebvre: "Yo ya estoy entrando en los 83 a?os y no quiero dejar hu¨¦rfanos a mis seminaristas". Pero Roma, seg¨²n sus palabras, le daba la respuesta del vuelva usted ma?ana: "Primero dije que quer¨ªa ordenar obispos el 30 de junio y me replicaron que ya estaba encima; luego fij¨¦ la fecha del 15 de agosto, pero en agosto dijeron que todos estaban de vacaciones, y luego Navidad, pero tampoco pudo ser".
"Lo que quer¨ªan en el fondo era obligarnos a aceptar el Concilio", agreg¨®, "que al parecer es la tradici¨®n de hoy". "Nuestro cisma es con los papas modernistas y las ideas revolucionarias", se?al¨® el prelado integrista, quien achac¨® a la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos y al surgimiento de los Estados no confesionales los grandes males de nuestro tiempo en la vida civil. En el campo eclesi¨¢stico, estas fatalidades, seg¨²n Lefebvre, se traducen en la ola de libertad religiosa, la colegialidad de los obispos, el ecumenismo y, en general, todo lo que la Iglesia ha hecho para acercarse a la sociedad. "Nosotros somos la Iglesia de siempre, la del syllabus y los papas, vosotros la paralela", sentenci¨® el que fuera arzobispo de Dakar y Tuhle dirigi¨¦ndose a la Iglesia cat¨®lica. Anclado en su enc¨ªclica favorita, la Pascendi, de P¨ªo X, agreg¨®: "El objetivo de la reconciliaci¨®n es diferente para la Santa Sede y para nosotros, por ello hemos preferido esperar tiempos m¨¢s propicios".
Con esta decisi¨®n de Lefebvre -que seg¨²n el derecho can¨®nico queda excomulgado autom¨¢ticamente- se cierra un largo per¨ªodo de negociaciones sobre la Fraternidad de San P¨ªo X, que ¨¦l dirige. A este proceso no han sido ajenas la conferencia episcopal suiza y la francesa, que han expresado mayor dureza que el comprensivo Vaticano.
Roma modernista
El cardenal Ratzinger hab¨ªa aceptado la ordenaci¨®n episcopal, en un primer momento, para el pr¨®ximo 15 de agosto, seg¨²n relata Lefebvre en una carta enviada a Juan Pablo II. El cardenal Edouard Gagnon reprendi¨® hace s¨®lo unos d¨ªas a los obispos suizos por su actitud ante el prelado integrista.
Sin embargo, los esfuerzos diplom¨¢ticos de Roma han resultado infructuosos. "Continuaremos rezando para que la Roma moderna, infestada de modernismo, vuelva a ser la Roma cat¨®lica y encuentre su tradici¨®n bimilenaria", asegur¨® Lefebvre en su carta enviada a Juan Pablo II el 2 de junio de este a?o.
El Vaticano hara p¨²blica hoy su respuesta. Pero la gravedad del caso ha hecho que se anticipase ayer tarde el tono de la declaraci¨®n oficial prevista, con una nota del portavoz del Papa, Joaqu¨ªn Navarro Valis, en la que se dice que el anuncio del arzobispo "est¨¢ cargado de graves consecuencias can¨®nicas, que hacen inevitable proceder a dar una amonestaci¨®n a las personas interesadas", informa desde Roma.
La nota revela por s¨ª misma la importancia que el Papa da al asunto, cuanto que por las tardes la sala de prensa vaticana est¨¢ siempre cerrada, y s¨®lo en casos excepcionales se emiten comunicados a dicha hora. A la pr¨¦gunta de si estamos ante un cisma, el portavoz papal respondi¨®: "Es un anuncio doloroso".
La impresi¨®n que reinaba ayer en el Vaticano, expresada por el cardenal jubilado Oddi, antiguo amigo de Lefebvre, es que quizas la edad est¨¦ jugando con la mente del arzobispo tradicionalista, ya que, segun Oddi, la Santa Sede estaba dispuesta a concederle mucho, incluso la consagraci¨®n de un obispo escogido conjuntamente. Lo que el Papa no quer¨ªa es que Lefebvre se emperrase en consagrarlo precisamente el 30 de este mes, como hab¨ªa ya anunciado.
De cualquier modo existe la conciencia de que el problema se ha engangrenado sobre todo porque la soluci¨®n ofrecido por la Santa Sede no gustaba tampoco a las dos conferencias episcopales implicadas, suiza y francesa. Y no parec¨ªa posible, conociendo la pol¨ªtica del papa Wojtyla, que el Vaticano tomase una decisi¨®n contra suizos y franceses.
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