Solidaridad torera
JOAQU?N VIDAL En memoria de El Campe?o. Fue el festival de la solidaridad torera y de la emoci¨®n. All¨ª estaban, a la hora en punto, dispuestos a echarle un capote a la familia del torero recientemente fallecido, lo mismo los veteranos artistas, que los jovenc¨ªsimos espadas, que las figuras rebosantes de contratos.
Todos brindaron al cielo; brindis al infinito donde ha de estar volando pl¨¢cidamente, hacia la eternidad, el alma del torero muerto. Quienes saben de cuestiones taurinas y teol¨®gicas (de ambas mucho y a la vez) afirmaban que san Pedro y sus colegas hab¨ªan sacado barrera en las gradas de la gloria, para verlo, y que de la contrabarrera para atr¨¢s estaban Jos¨¦ y Juan, y Pedro Romero y El C¨²chares, y Paquirri y el Yiyo, y Antonio Bienvenida, y El Gallo fumandose un puro de a palmo, cuantos all¨¢ llegaron, orgullosos de que hubieran comparecido en Las Ventas toreros a carta cabal, haciendo honor a su sagrado ministerio.
Festival de El Campe?o
Toros de Los Majadales, Torrealta, Marcos N¨²?ez, Mart¨ªnez Elizondo, Juan Pedro Domecq, Antonio Arribas y El Torre¨®n, de juego desigual.Rejoneador Manuel Vidri¨¦: rej¨®n ca¨ªdo (oreja). Curro Romero: estocada corta ca¨ªda y descabello (m¨¢s pitos que palmas). Rafael de Paula: estocada atravesada que asoma (oreja con protestas). Ortega Cano: pinchazo, otro saliendo derribado y estocada (oreja). Espartaco: estocada (dos orejas con protestas). Joselito: estocada (dos orejas). Ni?o de la Taurina: pinchazo y estocada (oreja). Plaza de Las Ventas, 16 de junio.
La torer¨ªa es m¨ªstica que conlleva solidaridad, o no es torer¨ªa. Por eso emocion¨® a todos, en el cielo y en la tierra, el simbolismo del brindis de Joselito a sus compa?eros del cartel. Y emocion¨® la adhesi¨®n inesperada de un banderillero retirado, Manolillo de Valencia, un hist¨®rico de Las Ventas cuyo ruedo no pisaba hac¨ªa 17 a?os. Le invit¨® a salir Rafel de Paula en su toro, y Manolillo, que est¨¢ trasmontes de la gran cordillera de los 50, que luce calva, y curva de la felicidad, y cojera, con un coraje que a nadie de quienes le conocen pudo extra?ar pero que dej¨® estupefacta a la afici¨®n nueva, prendi¨® un par de banderillas sensacional.
Hubo otros grandes pares en la tarde, magn¨ªficos los de Mart¨ªn Recio, pero la suerte es como la ejecut¨® Manolillo de Valencia: esperando la arrancada del toro, reuniendo en la cara juntas las zapatillas -se suele decir; en este caso fue juntos los mocasines-, saliendo de la reuni¨®n andandito y marchoso. El maestro banderillero correspondi¨® a la ovaci¨®n atronadora del p¨²blico puesto en pie con un saludo breve y se retir¨® ligero sin los aspavientos y reverencias interminables que se llevan ahora, por mucho menos.
El toreo era as¨ª, sabor y aroma en cada tercio, no hace tanto tiempo. Era tal cual Curro y Paula ayer. Curro, tan precavido como tiene por norma, pero marcando dos redondos de pasmosa naturalidad, empleando una t¨¦cnica de alta escuela para el muleteo de castigo, o para la brega en el primer tercio, llevando al toro siempre por delante, sin recorte alguno, fijo en el capote ofrecido terso, recogido y abajo. La leyenda curritista se forja y se solaza en el contraste de duendes y de p¨¢nicos, y esa algazara le encubre la maestr¨ªa que el titular de la causa atesora.
Paula, el embrujo, lo mismo descompon¨ªa el redondo que lo recreaba arm¨®nico, interpretaba el trincherazo y el pase de pecho con aires de sinfon¨ªa, del arte de torear unas veces hac¨ªa monumento, otras chabola. Sabor y aroma, eso era el toreo. Ahora es m¨¢s regular, quiz¨¢ m¨¢s meritorio, pero tambi¨¦n m¨¢s ins¨ªpido. En la fase de toreo moderno, Ortega Cano lig¨® impecablemente las suertes, Espartaco embarc¨® a fuerza de pundonor una embestida incierta, Joselito encandil¨® con la pulcritud de su toreo, Ni?o de la Taurina ci?¨® chicuelinas y pele¨® valientemente frente a un novillo que desarrollaba sentido, rejone¨® bien Vidri¨¦. Todos se esforzaron en homenaje al compa?ero muerto y en justa correspondencia con la magn¨ªfica afici¨®n de Madrid, que tambi¨¦n ofreci¨® el testimonio de su solidaridad acudiendo en masa al festival y premiando con largueza la emocionante generosidad de los toreros a carta cabal.
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