Entre el cielo y el cieno

Los m¨¢s de cuatro a?os transcurridos desde la desaparici¨®n de Santiago Corella el Nani, la acumulaci¨®n de cieno y la gran cantidad de part¨ªculas en suspensi¨®n existentes en el agua del pantano de Guadal¨¦n (Ja¨¦n) han hecho que sea "muy dif¨ªcil" encontrar el cad¨¢ver del delincuente, en caso de que est¨¦ all¨ª, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil. Los mismos medios aseguran que los grupos subacu¨¢ticos del cuerpo han puesto todo su empe?o en cumplir la misi¨®n encomendada por la Audiencia de Madrid. Pero finalmente las tareas concluyeron ayer por la tarde sin ning¨²n resultado.

Un equipo dependiente de la Inspecci¨®n T¨¦cnica de los Grupos Especiales de Actividades Suba cu¨¢ticas (GEAS), con base en la localidad madrilefla de Valdemoro, ha sido el encargado de la b¨²squeda del cuerpo de "un var¨®n adulto" en el pantano de Guadal¨¦n (Ja¨¦n). El cad¨¢ver que se pretend¨ªa hallar es el del fantasma Santiago Corella Ruiz, desaparecido en noviembre de 1983Los submarinistas de la Guardia Civil comenzaron por traza el perfil del fondo del pantano mediante el empleo de un ecosonda, para conocer si hay pozos, salientes, rocas u otro tipo de accidentes del terreno.

Los Grupos Especiales de Actividades Subacu¨¢ticas se crearon en 1981, si bien desde ocho a?os antes ya funcionaban equi pos de submarinistas en diversas comandancias de la Guardia Civil, adiestrados en el centro de buceo de la Armada.

Actualmente hay un grupo de GEAS en cada una de las seis zonas de la Guardia Civil en que est¨¢ dividida Espa?a: Sevilla, Le¨®n, Madrid, Valencia, Barcelona y Logro?o. Cada uno de estos grupos cuenta con 12 submarinistas y 1 hombre de apoyo. En Santa Cruz de Tenerife, Gran Canaria, Melilla, Ibiza, Palma de Mallorca y San Sebasti¨¢n hay otros tantos equipos, cada uno de ellos compuesto por 6 submarinistas y 1 guardia de apoyo.

"La principal dificultad de los trabajos de rastreo en los pantanos", dicen los especialistas, "es la gran cantidad de lodo que suele haber en el fondo". En esos casos el submarinista tiene que realizar su trabajo en penosas circunstancias, "ya que hay que buscar con las manos y da igual que lleves los ojos cerrados o abiertos, porque no se ve nada".

En el pantano de Guadal¨¦n, de aguas turbias y rojizas, los encargados de la b¨²squeda del cad¨¢ver de el Nani tienen que luchar contra los elementos. Desde el a?o 1983 hasta hoy, el nivel de las aguas ha aumentado 20 metros y, adem¨¢s, en el fondo hay medio metro m¨¢s de barro con relaci¨®n a la misma fecha, lo que suma cerca de seis metros.

El equipo destacado en Guadal¨¦n -formado finalmente por nueve hombres- ha trabajado con sus habituales trajes de neopreno, que tienen un espesor de siete mil¨ªrnetros, suficientes para descender con garant¨ªas hasta una profundidad m¨¢xima de 50 metros. Las mediciones realizadas han demostrado que la cota m¨¢s baja all¨ª es de 26 metros.

Mapa de las profundidades

La primera medida adoptada ahora por los submarinistas ha sido confeccionar una especie de mapa de los fondos pantanosos. Esta operaci¨®n ha consistido en elaborar un perfil de la orograf¨ªa a trav¨¦s de un ecosonda.

Este aparato, que se basa en la t¨¦cnica del sonar, emite unas ondas que permiten reproducir los accidentes del terreno. Sin embargo, s¨®lo detecta los objetos de cierta envergadura y es pr¨¢cticamente imposible que registre el volumen de un cuerpo humano. Adem¨¢s, los especialistas consideran que el cad¨¢ver estar¨ªa sepultado por las sucesivas capas de barro acumuladas durante estos a?os. Los buceadores disponen de lanchas neum¨¢ticas, una c¨¢mara hiperb¨¢rica -imprescindible en el supuesto de que alguno sufra una descompresi¨®n- y detectores de metales especialmente preparados para el trabajo bajo el agua.

Otros aparatos ¨²tiles en cualquier misi¨®n submarina son unos potentes focos reflectores, "aunque en el pantano de Guadal¨¦n no sirven para nada, debido a la gran cantidad de part¨ªculas en suspensi¨®n que hay en el agua". Esto origina un efecto similar al que se produce con las luces de un coche cuando hay niebla.

El embalse de Guadal¨¦n, que tiene una capacidad m¨¢xima de 175 millones de metros c¨²bicos, mide en algunos tramos hasta 10 kil¨®metros de largo. En esta ocasi¨®n -al contrario que en accidentes de tr¨¢fico o similares- no hay la m¨¢s m¨ªnima referencia sobre el punto donde podr¨ªa estar el cad¨¢ver buscado, y eso obligar¨ªa a efectuar un rastreo palmo a palmo, lo que supone una misi¨®n pr¨¢cticamente imposible, seg¨²n han indicado diversos t¨¦cnicos consultados.

"Las principales dificultades que hay en el rastreo de un r¨ªo", se?alan fuentes de la Guardia Civil, "son las corrientes y los ramajes. Pero en los pantanos el mayor problema es la falta de una referencia clara para poder acotar una zona en la que buscar... Y en esta ocasi¨®n es como buscar una aguja en un pajar".

La localizaci¨®n del cuerpo de el Nani en el pantano de Guadal¨¦n comenz¨® el mi¨¦rcoles, despu¨¦s de que Luis Miguel Rodr¨ªguez Pueyo declarase que Jaime Mess¨ªa Figueroa le hab¨ªa confiado que ¨¦l mismo lo arroj¨® all¨ª. Los trabajos se centraron en dos puntos del pantano donde se supone que pudo haber sido arrojado el cad¨¢ver: junto a la presa y junto al puente. En estos tres d¨ªas s¨®lo dio tiempo a encontrar entre el cieno una tortuga.