Malear al toro
El primer toro, un ejemplar de impresionante cuajo, sali¨® bueno y acab¨® imposible. Pudo ser por maldad propia o por inducci¨®n ajena. El toro le tomaba bien el capote a Lucio Sand¨ªn, y si es cierto que en la tercera vara se quitaba el palo -s¨ªntoma de mansedumbre-, no lo es menos que en el siguiente terc¨ªo los banderilleros le estuvieron haciendo perrer¨ªas.Pirri y Joselito Calder¨®n en a palestra, al torazo de Cuadri le daban pasadas en falso, pretend¨ªan prenderle las banderillas de una en una, no las pren d¨ªan, volv¨ªan a pernear alocados lejos de su fosca carota amagaban y no daban, y el torazo, que era listo y de Huelva, se iba enterando de todo: ese es el Pirri, veterano profesional; ese Calder¨®n, que corre mejor para atr¨¢s que para adelante, que en quites es el n¨²mero uno pero en banderillas el 2.000 y aqu¨ª le espero; aquel un japon¨¦s, el de su lado un chino, el de atr¨¢s se ha colado.
Cuadri / Sand¨ªn, Sese?a, Bote
Cinco toros de Celestino Cuadri, cinque?os, muy serios, con trap¨ªo, de juego desigual; 6?, sobrero de Jim¨¦nez Pasquau, bien presentado, manejable. Lucio Sand¨ªn: pinchazo bajo a toro arrancado, otro pinchazo, estocada baja atravesad¨ªsima que asoma, seis descabellos -aviso- y dos descabellos (bronca); pinchazo a toro arrancado, otro, estocada corta atravesada y tres descabellos (pitos). Jos¨¦ Luis Sese?a: estocada corta trasera tendida (petici¨®n y vuelta protestada); estocada corta trasera atravesada y cinco descabellos (ovaci¨®n y salida al tercio). Jos¨¦ Luis Bote: pinchazo y bajonazo (aplausos y salida al tercio); pinchazo y estocada -aviso con retraso (aplausos y saludos), Plaza de Las Ventas, 19 de Junio.
Y ese es Lucio Sand¨ªn, a?ad¨ªa. Y le tiraba cornadas. En el minuto uno intent¨® quitarle la pa?oleta; en el minuto dos, Sand¨ªn entraba a matar; en el minuto 10, a¨²n no hab¨ªa matado. La amarga experiencia fue una lecci¨®n viva que nadie aprendi¨®, y al cuarto toro volvieron a darle pasadas, Calder¨®n y Juan Espejo en la palestra. El toro apercibi¨® con menor detalle la realidad circundante -por ejemplo, confund¨ªa los japoneses con los chinos, igualito que los aficionados madrile?os- pero Sand¨ªn no se fiaba y despu¨¦s de dos redondos apurados, decidi¨® concluir su tarea.
Los toros de Sese?a resultaron buenos, o quiz¨¢ fue que los lidiaron a conciencia. Es decir, que su cuadrilla no les dejaba aprender maldades ni fijarse en los chinos. Antonio Castillo breg¨® de maravilla y tanto este pe¨®n como Lorenzo Olmo parearon seg¨²n la suerte y el buen orden de la lidia requieren.
A veces se dice del toro que cambi¨® en banderillas, como si se tratara de una transmutaci¨®n m¨¢gica. Pudiera ser, aunque con mayor frecuencia se debe a coletuda industria. El tercio de banderillas no est¨¢ concebido simplemente para que floridos garapullos hermoseen los lomos del toro, ni para que los subalternos justifiquen su parvo sueldo pasando un mal trago y grite el p¨²blico. El tercio de banderillas est¨¢ concebido para estimular la embest¨ªda del toro, para que recupere fijeza. Banderillero que cita de largo, cuadra en la cara, clava en lo alto y sale limpiamente de la suerte, est¨¢ mejorando al toro, y el que no, lo malea.
Alcanzada la b¨®vida nobleza por coletuda industria o por arte de birlibirloque, Sese?a se emple¨® en redondos y naturales, no siempre ligados y templados, aguant¨® alg¨²n par¨®n en los de pecho y complaci¨® al personal. Jos¨¦ Luis Bote tuvo toros manejables que se le quedaban cortos y acentu¨® el problem a ahog¨¢ndoles las embestidas, si bien exhibi¨® muestras de su calidad torera en ver¨®nicas, naturales cargando la suerte, redondos de erguida planta, y tambi¨¦n complaci¨® al personal. La verdad es que el complacido personal hab¨ªa estado complaciente de suyo, porque los torazos infund¨ªan respeto y a todos los toreros les reconoci¨® el m¨¦rito de ponerse delante. Salvo a lo maleadores, que no se pon¨ªan delante, ni con la guardia civil.
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