Por el progreso de Espa?a

Desde finales de mayo, los soldados de varios cuarteles de Madrid se enfrentan a un nuevo dilema: orinar en las letrinas o hacerlo en un contenedor de pl¨¢stico de 25 litros de capacidad. Si se deciden por lo segundo, colaborar¨¢n en el avance de la investigaci¨®n cient¨ªfica en Espa?a. Esta nueva forma de servir a la patria es posible gracias al acuerdo al que han llegado la Jefatura del Estado Mayor del Ej¨¦rcito (JEME) y los laboratorios Soreno, SA. De semejante materia prima estos laboratorios extraen, mediante una tecnolog¨ªa muy avanzada, una enzima, la uroquinasa, muy efectiva para tratar enfermedades cardiovasculares.

Todos los d¨ªas, varias furgonetas se dirigen a m¨¢s de 10 cuarteles de la capital para recoger entre 500 y 1.000 litros de orina que son los que, por t¨¦rmino medio, depositan los soldados cada jornada. Los contenedores son renovados diariamente y tratados con conservantes para evitar su degradaci¨®n y los malos olores. Una vez en las camionetas, son llevados hasta la nave industrial que los laboratorios inauguraron el pasado 11 de mayo en Algete (Madrid), en donde la orina es sometida a una minuciosa inspecci¨®n de calidad e higiene, y se inicia el complicado proceso de obtenci¨®n de uroquinasa.Esta enzima, cuya ¨²nica fuente es la orina, debido a que no se puede sintetizar, tiene la propiedad de disolver los co¨¢gulos de sangre (trombos) que anormalmente se formen en el organismo y es el primer remedio que se emplea en casos de infarto de miocardio. Sin embargo, se necesitan de 20.000 a 30.000 litros de orina para obtener una dosis de tratamiento, y el coste completo de ¨¦ste puede alcanzar las 300.000 pesetas, aproximadamente. Hasta ahora, las empresas farmac¨¦uticas espa?olas importaban la materia prima de otros pa¨ªses europeos, en los que tambi¨¦n se obtiene gracias a la colaboraci¨®n de la tropa porque se da una mayor concentraci¨®n de uroquinasa en la orina de hombres j¨®venes.

Francisco Rubio, director general de los laboratorios Soreno, SA, explica que por el momento se trata de "lotes de prueba" y que utilizan transportistas aut¨®nomos por resultar m¨¢s econ¨®micos que una empresa especializada. "En esta fase, la tarifa del transporte var¨ªa seg¨²n el tiempo invertido en el desplazamiento, los litros transportados y los kil¨®metros recorridos", a?ade. Aunque el precio a¨²n no es definitivo, oscila entre 7.000 y 12.000 pesetas por viaje.

Sin riesgo

Seg¨²n los responsables de la empresa, las autoridades de la sanidad militar est¨¢n en contacto con los laboratorios y avisan en caso de que la orina pueda contener sustancias extra?as o implique alg¨²n tipo de riesgo. Tampoco temen a las infecciones ni a posibles gamberradas de los soldados, ya que el proceso de purificaci¨®n de la orina elimina todo menos la uroquinasa.

Francisco Rubio niega rotundamente que haya un contrato con el Ej¨¦rcito de Tierra: "Iniciamos los contactos con los militares hace tres a?os y el a?o pasado lo solicitamos a la Jefatura de Asistencia Sanitaria del Ej¨¦rcito, dejando bien claro que no hab¨ªa transacci¨®n comercial. La orina de los soldados no pertenece al Ej¨¦rcito y, por tanto, no puede haber nig¨²n tipo de contrato. Es un acuerdo que depende de la decisi¨®n personal y voluntaria del soldado y no hay ni exclusividad ni contrapartidas de ning¨²n tipo". El director general asegura que por su parte han dado conferencias en los cuarteles con objeto de informar a los soldados de la utilidad de su colaboraci¨®n.

Fuentes del Ministerio de Defensa ratifican esta declaraci¨®n y afirman que se concedi¨® la autorizaci¨®n con las siguientes condiciones: "No se causar¨¢n molestias y ser¨¢ gratis y voluntaria". De momento, ¨²nicamente se ha establecido esta colaboraci¨®n con el Ej¨¦rcito de Tierra.

El proyecto ser¨¢ suspendido cuando se intensifique el calor veraniego, debido a que las altas temperaturas desnaturalizan la orina, y se reanudar¨¢ en oto?o con car¨¢cter definitivo.