Aprendiendo de los alemanes

I. C El recinto de la mayor feria industrial del mundo fue el escenario de la 39? cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los doce a la que parte de las 35 personas que integraban la delegaci¨®n espa?ola acudieron para aprender c¨®mo se organiza un Consejo Europeo, lo que le corresponder¨¢ a Espa?a dentro de un a?o. Diez miembros de la delegaci¨®n espa?ola, entre los que figuraban expertos en seguridad y cuatro arquitectos, se dedicaron a visitar detalladamente el lugar empap¨¢ndose de una organizaci¨®n casi perfecta en la que los alemanes se esforzaron por promocionar sus productos, regalando a los s¨¦quitos y a los periodistas desde modelos reducidos de Volkswagen hasta cajas de cerveza.

Despu¨¦s de almorzar en el que fue el castillo de los pr¨ªncipes de Hannover, los l¨ªderes comunitarios y sus ministros de Exteriores llegaron bajo la lluvia, sobre las tres de la tarde, al recinto d¨®nde, junto con el presidente de la CE, Jacques Delors, se encerraron hasta pasadas las siete en un pabell¨®n acristalado manteni¨¦ndose en contacto por radio con sus delegaciones. Recluidos en otro pabell¨®n, los secretarios de Estado, embajadores y expertos segu¨ªan por televisi¨®n los partidos de tenis de Wimbledon.

La cena fue ofrecida por el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, en uno de sus restaurantes preferidos y Delors, seguro ya de permanecer en el cargo por lo menos dos a?os m¨¢s, fue durante la velada el principal orador. Di¨® lectura a sus oyentes de un informe sobre la reciente reuni¨®n en Toronto de los siete grandes de Occidente, de otro sobre la econom¨ªa sumergida y de un tercero sobre el paro.

Delors, en una carta enviada a la poblaci¨®n alemana, explica que la CE "es algo m¨¢s que una mera asociaci¨®n del bienestar. Es, en definitiva, el ejemplo de los Estados democr¨¢ticos de la CE lo que ha precipitado la ca¨ªda de las dictaduras en Grecia, Portugal y Espa?a".