Reaccionarios contra conservadores

Quiz¨¢ lo m¨¢s destacable del espect¨¢culo del arzobispo Lefebvre convirti¨¦ndose en protestante es lo que ha tardado en ocurrir. Cuando consagr¨® a cuatro obispos sin permiso del Papa, s¨®lo estaba formalizando el cisma que ya exist¨ªa desde 1976. De hecho, el cisma estaba casi evitado. Los t¨¦rminos que le ofreci¨® el Papa, y que ¨¦l acept¨® en primavera, eran muy generosos, y su repentino rechazo por el arzobispo parece irracional. En el acuerdo, el Papa escoger¨ªa a los obispos que se consagrar¨ªan, no el arzobispo, y esto parece haber sido el detonante de todo. En realidad, simplemente sirve para ilustrar la distancia que ya le hab¨ªa separado del resto de la Iglesia.La ra¨ªz del asunto es la oposici¨®n de Lefebvre a lo que ¨¦l describe como modernismo. Fue claramente definido y condenado por el papa y santo P¨ªo X, cuyo nombre ha dado a su congregaci¨®n. Merece la pena recordar una de sus ideas: "Cristo no ense?¨® un determinado cuerpo de doctrina aplicable a todos los tiempos y a todos los hombres, sino que inaugur¨® un movimiento religioso adaptado o adaptable a diferentes ¨¦pocas y lugares". Est¨¢ claro, al menos desde un punto de vista protestante, que esta idea no puede ser f¨¢cilmente reconciliable con la labor reformadora y actualizadora llevada a cabo por el Concilio Vaticano II. Algunos cat¨®licos se alegrar¨¢n de esta separaci¨®n de la Iglesia porque subraya esta diferencia.

, 1 de julio