No habr¨¢ viento que se la lleve
Aqu¨ª hay apenas un par de holandesas para cubrir de tinta un tema que ha segregado ya interminales art¨ªculos, infinitas an¨¦cdotas y hasta un libro sobre su historia. La historia, naturalmente, es Lo que el viento se llev¨®, la pel¨ªcula m¨¢s famosa de todas; m¨¢s famosa que Casablanca, m¨¢s que Ciudadano Kane y Cantando bajo la lluvia. David 0. SeIznick y los suyos tocaron con sus herramientas afiladas a la perfecci¨®n una fibra eterna del ser humano. Mientras el pensamiento ha dado incesantes vueltas este siglo sobre s¨ª mismo, y el arte las ha visto reflejadas puntualmente, una emoci¨®n en apariencia intrascendente, la de contemplar historias de amor sublimadas por el color, el star system y unas estampas bigger than life que son unas estampidas, ha permanecido inalterable a nuestros gustos m¨¢s populares, unos gustos perennes. En otras palabras, que en estos 50 a?os que ahora separan Lo que el viento se llev¨® de nuestros d¨ªas, el neorrealismo, el free cinema, la nouvelle vague, el nuevo cine alem¨¢n, la tercera v¨ªa y otras pasajeras varicelas art¨ªsticas han azuzado nuestras arterias dejando rastros diversos en nuestro esp¨ªritu, pero la obramagna de SeIznick ha continuado su vuelo ligero, como una paloma blanca a la que siempre se acaricia con ternura y felicidad. El saber popular y el sabor de lo popular han terminado ganando la batalla: cada nueva reposici¨®n de Lo que el viento se llev¨® o, ahora, cada nuevo tr¨¢nsito televisivo del filme -y hoy vamos a descubrirlo en versi¨®n originales una fiesta.Poco fuste van a tener las otras dos pel¨ªculas anunciadas por TVE al lado de los tormentosos amores de Rhett Butler y Scarlet O'Hara. Y es que, sin ser menospreciables, poco fuste tienen ya ellas per se. El estrafalario prisionero de Zenda es una parodia sobre el personaje creado por Anthony Hope y que alcanzar¨ªa fama en las pantallas gracias a Ronald Colman y Stewart Granger: ahora son Peter Sellers y sus recursos los que han de amenizar el pastiche. Agradable puede ser, eso s¨ª, contemplar Nunca la olvidar¨¦, una historieta con Irene Dunne elegantemente dirigida por George Stevens.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.