Insultos en el acto de homenaje a los represaliados por la "caza de brujas'

La presencia de Edward Dmytryk en la sala en la que se celebr¨® el acto de homenaje a los represaliados durante la caza de brujas irrit¨® a los ponentes y dio pie a insultos y acusaciones por ambas partes. Avanzado ya el acto, cuando el moderador, Romi Gubern, cedi¨® la palabra a Dmytryk, los homenajeados indicaron que o bien se le negaba el derecho a permanecer en la sala, o bien ser¨ªan ellos quienes la abandonar¨ªan.

John Berry y Jules Dassin pusieron de manifiesto su desacuerdo con la organizaci¨®n del festival que propiciaba "un acto de aparente conciliaci¨®n" entre quienes no est¨¢n dispuestos a olvidar el pasado.Los primeros parlamentos de Berry, Daniel Taradash, Walter Bernstein, Jules Dassin y Rosaura Revueltas se desarrollaron con una cierta tranquilidad. Berry explic¨® que, poco antes de entrar en la c¨¢rcel (Dmytryk hab¨ªa militado en el partido comunista y estuvo encarcelado durante dos a?os), el "acusado" le pregunt¨® por qu¨¦ no rodaba un filme sobre "los 10 de Hollywood" (los 10 primeros profesionales del cine acusados por el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas). "Todo el mundo sabe que luego hice el filme y que estaba dispuesto a ayudar con ¨¦l a la familia de Dmytryk, tal como ¨¦l mismo me lo hab¨ªa pedido. Pero fue ¨¦l tambi¨¦n quien luego me delat¨®. Eso no lo he podido Regar a comprender ni a perdonar nunca".

Por su parte, Dmytryk, cuando se le permiti¨® hablar, neg¨® la informaci¨®n dada por Berry: "En primer lugar, yo, que entonces era considerado un buen profesional, nunca hubiera pedido un encargo como ¨¦ste a un director tan mediocre como Berry".

Las palabras, que fueron entendidas como un insulto personal, motivaron que el moderador le suprimiera el derecho a seguir interviniendo. M¨¢s adelante, sin embargo, Dmytryk a?adi¨® otras opiniones: "El FBI ya ten¨ªa los nombres de todos en sus listas y, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, hubieran ca¨ªdo en sus manos". "Me siento libre y no es verdad, de todos modos, que estuviera angustiado por lo que hice".

Bernstein recal¨® en la frase de Dmytryk "estar angustiado": "No P¨¦ si aparenta estarlo o no, porque nunca miro su cara", dijo.