Trabajo de Tarragona confirma irregularidades en la obtenci¨®n de subvenciones por parte del responsable de La Crida en Reus

Jordi Figuerola Solaz, de 29 a?os, responsable de La Crida a la Solidaritat en Reus (Tarragona), contrat¨® a tres j¨®venes en julio de 1987 para conseguir una subvenci¨®n del Departamento de Trabajo de la Generalitat, seis meses despu¨¦s de haber abandonado la asociaci¨®n cultural El Llamp (entidad en cuyo nombre solicit¨® las ayudas), seg¨²n un informe realizado por la inspecci¨®n del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en Tarragona. La polic¨ªa sospecha que las subvenciones fueron a parar a manos de la organizaci¨®n independentista. Con posterioridad a estos hechos, la secci¨®n de Reus de la Crida se disolvi¨®.El caso de El Llamp fue el detonante de la investigaci¨®n que desvel¨® otra irregularidad similar en la Asociaci¨®n Catalana de Vexilolog¨ªa, con sede en Barcelona.

En las conclusiones del informe de Trabajo se recomienda a la Generalitat que env¨ªe el caso al ministerio fiscal "a fin de que puedan determinarse las responsabilidades correspondientes, si es que existen". El informe refleja los sistemas irregulares utilizados por Jordi Figuerola para acceder a las subvenciones. El caso de El Llamp pone de relieve graves deficiencias en el control de la Generalitat sobre el destino del dinero que el Departamento de Trabajo dedica a las subvenciones a entidades sin ¨¢nimo de lucro para el empleo juvenil. Entre 1986 y 1987, El Llamp recibi¨® una ayuda oficial por valor de 4.200.000 pesetas.

Los siete actuales responsables de la Taula de Cultura Popular El Llamp han jurado por escrito que "la entidad que representamos no ha solicitado jam¨¢s ayudas econ¨®micas al Departamento de Trabajo de la Generalitat, acogi¨¦ndose a ning¨²n decreto de ayuda," y que "en ning¨²n momento de su existencia esta entidad ha contratado personal para realizar ning¨²n tipo de trabajo a cuenta de la entidad."

Este juramento y los resultados de la inspecci¨®n realizada por Trabajo en relaci¨®n a las subvenciones otorgadas por la Generalitat a esta asociaci¨®n han motivado una notificaci¨®n al Instituto Nacional de Empleo (Inem) para que "incoe procedimiento de devoluci¨®n de todas las prestaciones contra los tres trabajadores beneficiarios".

El 1 de julio de 1987, siempre seg¨²n el informe de Trabajo, Jordi Figuerola contrat¨®, utilizando el nombre de El Llamp, entidad de la que se hab¨ªa dado de baja como socio en enero de ese mismo a?o, a Carlos Beraldes Mora, Agust¨ªn M¨¦rida Morales, Pilar Pu¨¦rtolas Ort¨ªz y Silvia Coll Colomer.

Todas las altas y bajas fueron tramitadas por El Llamp a trav¨¦s de Jordi Figuerola, el l¨ªder de La Crida en Reus, quien estamp¨® en todos los documentos el sello de la entidad a la que hab¨ªa dejado de pertenecer seis meses antes. El informe dice textualmente que ese sello "no es el que El Llamp usualmente utiliza" .

Los actuales representantes de El Llamp afirman, en una declaraci¨®n incluida en el citado informe, desconocer por completo la existencia de esta documentaci¨®n y "no tener noticia tampoco de quienes figuran como sus trabajadores". Los responsables de esta entidad aseguran adem¨¢s que "en esta asociaci¨®n, dado su tama?o reducido y el tipo de actividades que desarrolla, no existe tarea para tal cantidad de personal laboral, ni posee la entidad recursos suficientes para financiar los costos de estos cuatro contratos".

La Inspecci¨®n de Trabajo de Tarragona estima que "existen indicios suficientes para pensar que los contratados no prestaron servicio alguno para El Llamp Taula de Cultura Popular" y que las subvenciones y las prestaciones por desempleo recibidas "lo han sido a trav¨¦s de un procedimiento irregular

Las mencionadas irregularidades se descubrieron cuando los actuales responsables de El LLamp recibieron en su sede social 350.000 pesetas procedentes del Departamento de Trabajo de la Generalitat, en calidad de subvenci¨®n por empleo juvenil. La entidad pidi¨® a la Generalitat que aclarara el origen de la subvenci¨®n pero no denunciaron a Jordi Figuerola.

Dos de los j¨®venes contratados por Figuerola, Carlos Baraldes, de 19 a?os, y Agust¨ªn M¨¦rida, de 24, tienen antecedentes penales.