La fiesta que no fue
La 'gran noche' del PRI transcurri¨® entre la confusi¨®n, la frustraci¨®n y el esc¨¢ndalo

El espect¨¢culo que a las tres de la madrugada de ayer ofrec¨ªa la gran explanada de la sede central del Partido Revolucionario Institucional (PRI) era desolador: algunas personas dorm¨ªan en las esquinas envueltas en pancartas y tapadas con sus sombreros, el suelo estaba lleno de papeles y restos de comida, unos mariachis agotados segu¨ªan cantando ante un peque?o grupo de confundidos que no sab¨ªan si ya pod¨ªan irse o ten¨ªan que seguir all¨ª.
Desde un micr¨®fono, un locutor animaba a no se sabe qui¨¦n a pasar al auditorio para aplaudir al candidato del PRI, Carlos Salinas. Alg¨²n que otro periodista y una docena m¨¢s de los que deambulaban por aquel espacio se acercaron hacia el lugar de reuni¨®n. Pero Salinas nunca lleg¨® y la fiesta con la que se pretend¨ªa celebrar un supuesto triunfo leg¨ªtimo y transparente se diluy¨® pat¨¦ticamente.Fue el final de una noche previamente adornada con ribetes hist¨®ricos y que acab¨® entre la frustraci¨®n, la confusi¨®n y el esc¨¢ndalo.
Los primeros s¨ªntomas de c¨®mo iban las cosas se vivieron en el hotel Sevilla de la capitalina calle Reforma. All¨ª hab¨ªa instalado su centro electoral el Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), y all¨ª apareci¨® alrededor de las ocho, dos horas despu¨¦s del cierre de las urnas, un portavoz que anunci¨® que, "ante la gravedad de los hechos que est¨¢n ocurriendo", su candidato, Manuel Clouthier, no podr¨ªa comparecer ante la Prensa hasta horas m¨¢s tarde. Varios cientos de periodistas se trasladaron entonces a una modesta oficina de la calle Insurgentes, donde tiene su sede Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas.
El candidato del Frente Democr¨¢tico Nacional (FDN) fue categ¨®rico en una declaraci¨®n hecha poco despu¨¦s de las nueve de la noche: "Existen a nivel nacional irregularidades que muestran que se pretende ir al fraude electoral cueste lo que cueste".
Para esa misma hora estaba previsto que se empezasen a conocer las primeras cifras sobre los resultados electorales, pero funcionarios de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, la encargada del recuento, anunciaron que el sistema de computadoras se hab¨ªa saturado y que habr¨ªa que esperar m¨¢s tiempo para conocer datos.
Alrededor de las diez de la noche llegaron a Gobernaci¨®n C¨¢rdenas, Clouthier y la candidata presidencial del peque?o Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) Rosario Ibarra, que hab¨ªan llegado una semana antes a un acuerdo para defender conjuntamente la limpieza electoral. Estuvieron reunidos durante dos horas con el ministro Manuel Bartlett, a quien entregaron una larga lista con los incidentes registrados durante la jornada.
Manuel Clouthier ayud¨® a Rosario Ibarra, una vieja militante de extrema izquierda, a subir a una improvisada tribuna, dentro del ministerio, donde la candidata del PRT ley¨® un comunicado conjunto en el que advert¨ªan que la oposici¨®n no reconocer¨¢ la legalidad del Gobierno que surja de estas elecciones si no son atendidas sus reclamaciones sobre el fraude. Varios cientos de personas congregadas all¨ª gritaron: "?Democracia!" y "?C¨¢rdenas presidente!".
Preparativos in¨²tiles
Unos metros m¨¢s al norte, la sede del PRI se encontraba todav¨ªa a esas horas, poco antes de la medianoche, rodeada de simpatizantes que devoraban tortillas y refrescos. Funcionarios del partido comenzaban a adornar los edificios pr¨®ximos con enormes pancartas en las que anunciaban "?Triunfamos!". No hab¨ªa, sin embargo, cifras conocidas que confirmasen esa afirmaci¨®n. Las previsiones de que el PRI facilitar¨ªa sus propios resultados a partir de las nueve de la noche no se cumplieron. Portavoces del partido dijeron, primero, que se retrasar¨ªan; despu¨¦s, que tendr¨ªan datos en la madrugada, y, por ¨²ltimo, no dijeron nada.
La preocupaci¨®n en la sede del PRI era palpable. El cuadro eran caras largas en todos los despachos, conversaciones al o¨ªdo en todos los rincones y un convencimiento ambiental de que el partido hab¨ªa perdido importantes posiciones electorales. Fuentes del partido comentaron en forma no oficial que la oposici¨®n hab¨ªa exagerado mucho en sus denuncias de fraude, pero que el PRI hab¨ªa sido derrotado en varias zonas del pa¨ªs.
A la 1.30 horas, por fin, noticias. Pero no las esperadas. Ni fue Carlos Salinas de Gortari quien compareci¨® en el gran auditorio. El que lleg¨® fue el presidente del partido, Jorge de la Vega. Anunci¨® el triunfo del PRI a la vieja usanza, sin un solo dato que lo sustentara. Exactamente lo mismo que ocurri¨® hace seis a?os al anunciarse el triunfo de Miguel de la Madrid, y lo mismo que 12, 18 o 24 a?os antes.
Portavoces de Salinas intentaron todav¨ªa retener a alguna gente con la esperanza de que el candidato hablar¨ªa, pero se fij¨® su comparecencia para despu¨¦s de la reuni¨®n que la comisi¨®n electoral celebraba en ese momento y que se cerr¨® a las seis de la ma?ana. Los 18 millones de habitantes de M¨¦xico capital se pon¨ªan en movimiento a esa hora para empezar un d¨ªa m¨¢s.
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