Sin margen para el error
Unos a?os m¨¢s tarde, en septiembre de 1908, el avi¨®n que, tripulado por Orville Wright, llevaba como pasajero al teniente Selfridge se estrell¨®, dicen que a causa de la rotura de una h¨¦lice, causando graves heridas al piloto y la muerte del pasajero, el cual con la siniestra paradoja de "primero en volar, primero en morir" inici¨® la historia de los accidentes mortales en la aviaci¨®n.No hay margen para el error, ¨¦sta es la conclusi¨®n adelantada del an¨¢lisis psico-sociol¨®gico de la profesi¨®n de piloto de transporte a¨¦reo, an¨¢lisis que no puede ser exhaustivo, ni pretende serlo, ya que en unas l¨ªneas no se pueden desarrollar todas las ideas al respecto. Pero s¨ª debemos decir de antemano que si nada ni nadie pueden garantizar una seguridad absoluta en nuestra vida, seguridad concebida como exenci¨®n de todo riesgo, en este cometido profesional la exigencia s¨ª es absoluta: el ¨²nico promedio de accidentes de aviaci¨®n admisible es de cero, no hay margen para el error.
Todo ello requiere unos criterios referidos a la selecci¨®n de los pilotos desde una concepci¨®n sistem¨¢tica y humanista a la definici¨®n de las concretas responsabilidades respecto a las personas que transportan, al material que manejan, al trabajo en equipo, a los esfuerzos f¨ªsico-mentales en su trabajo, etc¨¦tera, y al estudio del car¨¢cter referido a aquellos h¨¢bitos que uno ha adquirido a lo largo de la vida y de los que en consecuencia se es m¨¢s o menos responsable. No hay margen para el error.
La eficacia en el trabajo, entendida a nivel general como la situaci¨®n humana en la que el trabajador consiga una alta producci¨®n a trav¨¦s de la expresi¨®n y desarrollo de su personalidad en un ambiente t¨¦cnico e interpersonal que favorezca su sana incorporaci¨®n a un grupo y a una sociedad, necesita en el piloto (como en muchas otras profesiones) una triple dimensi¨®n de aptitud, formaci¨®n y motivaci¨®n, es decir, ha de poder, ha de saber y ha de querer, ha de ser consciente de su misi¨®n, asumiendo las especiales responsabilidades asignadas; ha de mantener una preparaci¨®n profesional, ha de estar dispuesto para adaptarse a los continuos cambios tecnol¨®gicos y ha de realizar su trabajo con esp¨ªritu de servicio, y todo ello sin margen para el error.
El entendimiento de la organizaci¨®n como una colectividad con l¨ªmites relativamente identificables, con un orden normativo, con una escala de autoridad y con unos sistemas de intercomunicaci¨®n coordinados y con actividades dirigidas hacia un fin o un conjunto de fines, hace necesarias en el piloto dentro de la empresa de transporte a¨¦reo una mentalizaci¨®n, una profesionalizaci¨®n, una capacidad de di¨¢logo, una continua formaci¨®n y, en definitiva, una flexibilidad de adaptaci¨®n dentro del rigor que supone el hecho de que no hay margen para el error.
Quiz¨¢ es al realizar el an¨¢lisis comparativo con otros grupos de trabajo donde surgen los mayores problemas en el estudio de los pilotos profesionales, y ello porque la falta de rigor en el tratamiento de este tema tiene el inconveniente de que si no se impone un razonamiento que excluya las soluciones defectuosas, la ausencia de ideas claras ocasiona conclusiones precipitadas. Los problemas surgidos en la distribuci¨®n de los puestos de trabajo entre pilotos y otras profesiones han provocado una inadecuaci¨®n funcional y tensiones derivadas de esa inadecuaci¨®n y de los conflictos de valores. Las interacciones entre los profesionales muy cualificados o simplemente cualificados y los pilotos han creado conflictos de valoraciones que han incidido negativamente en la productividad y en la moral de la empresa. La sociolog¨ªa nos ha dado el concepto de status social, es decir, la posici¨®n que cada persona o grupo de ellas ocupa dentro de un grupo mayor, posici¨®n que expone a su ocupante a unas demandas que definen unos derechos y obligaciones, siendo una de las nociones peor entendida la del poder diferencial entre los diferentes status como caracter¨ªstica que define la diferencia entre los grupos, no s¨®lo en cuanto a las expectativas de sus miembros, sino en las responsabilidades en la funci¨®n, los t¨¦rminos de poder y la capacidad de decisi¨®n.
Competencia entre grupos
La competencia que se ha creado entre los grupos no siempre ha sido beneficiosa ni analizada objetivamente; ha provocado en no pocas ocasiones frustraciones, ha supuesto en otras falta de colaboraci¨®n constructiva entre grupos, ha desviado el inter¨¦s general hacia el objetivo com¨²n en favor de intereses particulares y ha causado, en fin, el que se haya adoptado posturas beligerantes. Si el estudio de los conflictos no ha demostrado a¨²n que ¨¦stos sean siempre perjudiciales, pues en algunos casos estimulan la motivaci¨®n y rendimiento de ciertos grupos, es preciso, para que sean provechosos cuando existe interdependencia entre los grupos enfrentados, que el respeto mutuo se mantenga, y el ¨²nico criterio diferencial que siempre se ha exigido a los pilotos es el de que no hay margen para el error en sus decisiones, precisamente porque no hay tiempo de correcci¨®n.
Reconociendo, as¨ª se supone, que los pilotos tienen una funci¨®n importante dentro de la empresa de transporte a¨¦reo en orden a la creaci¨®n de riqueza, y que a la vez aportan un componente fundamental a la funci¨®n social que el transporte a¨¦reo representa en nuestros d¨ªas, no puede caber duda de que la continua exposici¨®n a situaciones cambiantes de todo orden, tecnol¨®gico, laboral, social, personal, hacen que el piloto lo acuse en virtud de su actuaci¨®n laboral espec¨ªfica, y que su capacidad de adaptaci¨®n experimente los efectos del estr¨¦s y sus complicaciones adicionales que con frecuencia provocan alteraciones en su salud personal, envejecimiento prematuro, trastornos en la vida familiar y social. Es preciso, por tanto, facilitar al piloto los medios adecuados que le ayuden a mantener la serenidad y objetividad necesarias para desempe?ar sus funciones, que primordialmente son de an¨¢lisis de problemas y de toma de decisiones, problemas que han de ser resueltos y decisiones que han de tomarse sin margen para el error.
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