Greg Norman, ¨²nico favorito ausente en el Open Brit¨¢nico que comienza hoy
ENVIADO ESPECIALEl australiano Greg Norman constituye, a su pesar, la excepci¨®n que confirma la regla de que el Open Brit¨¢nico re¨²ne a todos los golfistas aut¨¦nticamente campeones. Lesionado, el l¨ªder de la clasificaci¨®n mundial no va a poder pugnar desde hoy (TV-3, seis de la tarde) no tan s¨®lo por las 80.000 libras esterlinas (casi 17 millones de pesetas) que, de las 700.000 totales, se destinan al vencedor, sino por la gloria del triunfo en el torneo de m¨¢s solera. Ballesteros, Olaz¨¢bal y Rivero son tres de los 25 jugadores que dada la terrible competencia, est¨¢n en condiciones de imponerse, seg¨²n el escoc¨¦s Sandy Lyle.
Lyle, el ganador del ¨²ltimo Masters de Augusta (Georgia, EE UU) y del Open Brit¨¢nico de 1985, y, Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, protagonista del caso ¨²nico de haberse anotado las tres versiones menores de este certamen, se entrenaron a principios de semana enfrent¨¢ndose a Severiano Ballesteros, victorioso en las ediciones de 1979 1984,y Jos¨¦ Rivero componente como ellos del equipo europeo de la Copa Ryder. La invitaci¨®n a una comida andaba en juego. Y el c¨¢ntabro y el madrile?o perdieron. Pero, al, parecer, no todo qued¨® claro. Al menos, Severiano se apresur¨® a bromear: "No pienso pagarla".Una derrota intrascendente que, por descontado, Ballesteros quiere que no se repita en el momento de la verdad. Nadie mejor que ¨¦l sabe que no siempre se ha de hablar de ella cuando no se vence. Pero tambi¨¦n es consciente de que debe pagar tributo a su categor¨ªa. Su apellido lleva mucho tiempo asoci¨¢ndose al ¨¦xito y una actuaci¨®n suya tan mediocre como la de 1987, cuando concluy¨® en el puesto 50? y a 16 golpes del ingl¨¦s Nick Faldo, le obligar¨ªa a tratar de justificarse con esas explicaciones engorrosas a las que poco acostumbrado se encuentra.
Por a?adidura, el Royal Lytham & St. Annes Golf Club le recuerda en cada uno de sus greens que es un campe¨®n. Su triunfo en la oportunidad precedente en que esta competici¨®n se disput¨® en este campo, en 1979 le envuelve. Los viejos entusiastas locales asaltan a su Sevvy para rememorar la tarde de aquel d¨ªa so?ado, cuando se convirti¨®, a sus 22 a?os, en el vencedor m¨¢s joven en una de las cuatro citas del Grand Slam.
M¨¢s calidad
"Creo que tengo m¨¢s calidad que entonces", resume Ballesteros, aunque enseguida matiza: "La experiencia que he adquirido en este per¨ªodo es muy importante, sin duda alguna, pero reconozco que quiz¨¢ ahora no suelo estar tan acertado con el putter". Para el norteamericano Curtis Strange, que pasea su aureola de ganador en el reciente Open de Estados Unidos, el problema actual de Ballesteros es m¨¢s complejo: "Acusa demasiado el peso de la responsabilidad y ya no se divierte jugando".Strange s¨ª espera divertirse desde hoy, gane o no, siga lloviendo a c¨¢ntaros o no, al igual que veteranos ilustres como su compatriota Jack Nicklaus, el surafricano Gary Player y el ingl¨¦s Tony Jacklin, que ha vaticinado la victoria de un europeo, casi con toda seguridad brit¨¢nico. Los estadounidenses, con el pentacampe¨®n Tom Watson a la cabeza, se han sonre¨ªdo por su excesivo" patriotismo.
Pero, por ejemplo, Lyle, Faldo o el peque?o gal¨¦s lan Woosnam, que, a diferencia del australiano Norman -lastimado al dar con su palo en una piedra en Brookline (Massachusetts)-, s¨ª se ha recuperado a tiempo de su mu?eca da?ada cuando jugaba en el jard¨ªn de su casa con su hijo, pretender hacer v¨¢lido su pron¨®stico. La mayor¨ªa de los aficionados espa?oles no lo po dr¨¢n ver en directo porque TVE -1 ha ofertado menos dinero por la retransmisi¨®n que TV3.
El pron¨®stico del tiempo para el torneo es muy pesimista, y se espera mucho viento y algunas lluvias. Ya en los dos ¨²ltimos a?os, en los torneos jugados en sendos clubes de Escocia, los jugadores sufrieron condiciones atmosf¨¦ricas muy adversas. Para hoy se ha pronosticado una jornada muy lluviosa, incluso con fr¨ªo, lo que complicar¨¢ a¨²n m¨¢s el recorrido del campo.
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