El Programa 2000, del PSOE propone reducir el el poder de los t¨¦cnicos e incrementar el de los pol¨ªticos

La segunda versi¨®n del Programa 2000 del PSOE, que fue presentada ayer en Madrid, dise?a una reforma pol¨ªtica en la que predominan el refuerzo de los mecanismos presidencialistas, un mayor protagonismo del grupo parlamentario de la mayor¨ªa y una cr¨ªtica hacia el excesivo peso de la "tecnocracia". Alfonso Guerra describi¨® este programa como un debate necesario para ganar los apoyos sociales que el proyecto socialista necesita para mantenerse a largo plazo.

Guerra compar¨® ayer esta actividad de los socialistas con la crisis de la derecha. "A veces me dan tentaciones de ofrecerme paya organizarles la pr¨®xima campa?a electoral" dijo a los casi dos mil asistentes al acto de presentaci¨®n del programa, entre ellos Carmen Romero, esposa del presidente del Gobierno. Guerra a?adi¨® que inicativas como ¨¦sta, "abiertas al debate de un mill¨®n de personas", evitar¨¢ el error cometido por los socialistas europeos en los a?os sesenta y setenta que, por ser demasiado pragm¨¢ticos, se debilitaron y perdieron el poder.El libro dedicado a aspectos pol¨ªticos es el primero de los cuatro editados con materiales b¨¢sicos de trabajo. Entre constantes advertencias de que esta nueva versi¨®n tampoco es definitiva -el PSOE la denomina "gu¨ªa para el debate"- los redactores del programa afirman que el Consejo de Ministros se ha convertido en "un ¨®rgano de ratificaci¨®n de las pol¨ªticas ministeriales y, a lo sumo, de resoluci¨®n de discrepancias. En modo alguno el sistema est¨¢ estructurado para coordinar el desarrollo de un programa de gobierno, pues los impulsos vienen de abajo a arriba, de la burocracia a los pol¨ªticos".

La creciente internacionalizaci¨®n de las decisiones, acentuada por la incorporaci¨®n de Espa?a a la CE, hace recaer en los miembros del Gobierno nuevas responsabilidades, lo cual impone, posiblemente, "descargar a los ministros de tareas de direcci¨®n interna de la Administraci¨®n".

El Programa 2000 propone el aumento de la capacidad operativa del presidente del Gobierno para la direcci¨®n pol¨ªtica", as¨ª como la creaci¨®n en el aparato de la Presidencia de mecanismos de coordinaci¨®n del Gobierno que sustituyan a la ¨²nica actualmente existente, "y que es la que, desde la perspectiva del gasto, realiza el Ministerio de Econom¨ªa".

Los autores del programa acusan las cr¨ªticas suscitadas por la mala imagen actual del Parlamento. Aunque la comisi¨®n que ha sintetizado esta parte -dirigida por el administrativista Luis Ortega- da por supuesto que el principal problema es "la ausencia de una alternativa cre¨ªble", reconoce que la absoluta supeditaci¨®n de la mayor¨ªa parlamentaria al Ejecutivo "repercute en una devaluaci¨®n de la imagen social y pol¨ªtica del Parlamento que no es nada deseable".

El grupo parlamentario debe intervenir en el control parlamentario del Ejecutivo, para "presentar ante la opini¨®n p¨²blica una imagen del partido, como fuerza pol¨ªtica independiente, diferenciada de la que el Gobierno pueda suscitar".

Los autores del programa llaman la atenci¨®n sobre la acentuaci¨®n del "efecto tecnocr¨¢tico", como consecuencia de la mayor¨ªa absoluta. Ese efecto consiste en que "sean los t¨¦cnicos del Ejecutivo los que asuman el protagonismo pol¨ªtico, al tener garantizado el proyecto su aprobaci¨®n por el mismo hecho de la mayor¨ªa absoluta". Con ello "se corre el peligro de que los componentes t¨¦cnicos dbl proyecto prevalezcan sobre los objetivos pol¨ªticos determinados en el programa de gobierno".

De cara a la oposici¨®n y a los ciudadanos, otra inquietud de los redactores del progr a se refiere al reflejo de la actividad parlamentaria en los medios de comunicaci¨®n, que, seg¨²n ellos, convierten aquella en .actividad electoral".No cabe la menor duda, a la vista de la redacci¨®n actual del Programa 2000, de que los medios de comunicaci¨®n van a ser sometidos a un debate p¨²blico. "Algunos de estos medios", dicen los autores, "obedecen a una iniciativa privada que no los hace neutrales en el terreno pol¨ªtico. Prensa independiente no significa prensa neutral pol¨ªticamente. Todo medio de comunicaci¨®n independiente es pol¨ªticamente parcial".

Y en este contexto a?aden que los medios p¨²blicos de comunicaci¨®n "deben observar una estricta neutralidad". Al explicar lo que ellos entienden por neutralidad, apuntan que "la utilizaci¨®n de la noticia, los hechos noticiables, como criterio de presencia en los medios p¨²blicos, podr¨ªa considerarse no representativo".

Todas las propuestas pol¨ªticas del Programa 2000 se establecen sobre la base del mantenimiento de la mayor¨ªa absoluta. No hay siquiera hip¨®tesis sobre la actuaci¨®n del PSOE en caso de p¨¦rdida de esa mayor¨ªa absoluta, que s¨ª exist¨ªan en la versi¨®n inicial del programa.

En cuanto al problema federal, que est¨¢ impl¨ªcito en las discusiones sobre el Estado de las autonom¨ªas, el programa diferencia entre elementos federales que no exigen reforma constitucional, y los que efectivamente la har¨ªan necesaria.

En este punto, como en tantos otros, el programa no se pronuncia a favor ni en contra de una reforma constitucional.

Seg¨²n el coordinador general del programa, Manuel Escudero, "ser¨¢n los ciudadanos los que, con sus aportaciones, dar¨¢n la pauta de lo que debe ser el definitivo Programa 2000".