?Tr¨¢nsito?
Escribo esta columna desde el aeropuerto. No me queda otro remedio. Llevo atrapado aqu¨ª media jornada, y cada nueva explicaci¨®n aumenta la incertidumbre. Cuando acabe con las 33 l¨ªneas, luego de dictarlas por tel¨¦fono, comer¨¦ en alguno de los restaurantes, ver¨¦ una pel¨ªcula tambi¨¦n infame, ir¨¦ de tiendas, leer¨¦ algo, tomar¨¦ unas copas y, con un poco de suerte, al caer la noche, saldr¨¦ del encierro. Aunque ignoro en qu¨¦ direcci¨®n, o si por tierra o por aire. Es igual. Dicen que el aut¨¦ntico foll¨®n es ma?ana. No s¨¦ qu¨¦ de una huelga, si no hay acuerdo de ¨²ltima hora. Hoy es un d¨ªa normal. Lo que ocurre s¨®lo es por enlaces, desajustes horarios, problemas t¨¦cnicos, nada del otro mundo. Eso tranquiliza mucho. Es muy distinto pasarse el d¨ªa en el aeropuerto as¨ª, sin ning¨²n motivo especial, que por follones laborales. Lo malo ser¨¢ para los huelguistas de ma?ana. A ver c¨®mo diablos se las arreglan para que distingamos entre jornada corriente y jornada de paro, entre el caos espont¨¢neo y el organizado. Les aconsejar¨ªa m¨¦todos m¨¢s originales de lucha salarial, porque lo de paralizar pasajeros est¨¢ demasiado visto y ya no cabrea.Son otras las cosas que cabrean. Cosas de aeropuerto que nada tienen que ver con las compa?¨ªas a¨¦reas. El gran error es que aqu¨ª dentro todo est¨¢ organizado para una vida de tr¨¢nsito, cuando lo cierto, es que se trata de un lugar sedentario, estable, de uso prolongado. Dise?aron los aeropuertos como espacios transitivos, pero con los a?os se transformaron en intransitivos. Es una escenograf¨ªa aceptable para un par de horas. A partir de ah¨ª, insufrible. Te tratan como si estuvieras de paso o anduvieras con prisas. Esa atroz comida r¨¢pida, esas tiendas con pijadas de usar y tirar, esas abominables pel¨ªculas rayadas, esas librer¨ªas sin fondo editorial, las incansables vendedoras de loter¨ªa, los ni?os sueltos, el suplicio megaf¨®nico, tant¨ªsima vigilancia. Y esa desalmada informaci¨®n digital. ?Ser¨ªa mucho pedir que en vez de anunciar tu avi¨®n para las 17.55 digan que, si Dios quiere, despegar¨¢ al anochecer?
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