Reforma de la bolsa
LA LEY de Reforma del Mercado de Valores, que finaliza estos d¨ªas su andadura en el Senado, significa un importante paso adelante en la puesta al d¨ªa del sistema financiero espa?ol, a pesar de que su tramitaci¨®n ha suscitado la defensa a ultranza de intereses que poco o nada tienen que ver con la organizaci¨®n de un moderno mercado de valores.Uno de los aspectos m¨¢s novedosos de la ley se refiere a los operadores en el mercado, que en adelante ser¨¢n sociedades o agencias: las primeras podr¨¢n actuar por cuenta propia o ajena, mientras que las segundas s¨®lo podr¨¢n hacerlo por cuenta ajena. Ello supone la desaparici¨®n, a t¨¦rmino, de los agentes individuales de cambio y bolsa como intermediarios exclusivos del mercado: en adelante, para ejercer su actividad tendr¨¢n que integrarse en sociedades o agencias. ?ste ha sido uno de los aspectos que m¨¢s problemas han planteado: la ley hab¨ªa previsto originalmente que nadie podr¨ªa tener una participaci¨®n mayoritaria en estas sociedades; sin embargo, una enmienda presentada en el Senado admite esa posibilidad previa autorizaci¨®n administrativa. Los agentes se han opuesto agitando el fantasma del control de las sociedades por la banca, lo cual no ha impedido a algunos de ellos adquirir peque?os bancos para completar la gama de servicios que proponen a sus clientelas.
Los agentes han aducido repetidamente el argumento de que su desaparici¨®n desproteger¨¢ al peque?o inversionista. Se trata de un argumento que no tiene base alguna: la coincidencia en las mismas personas de la calidad de controlador y controlado ha permitido situaciones que en otras bolsas no se habr¨ªan tolerado. Por otra parte, la utilizaci¨®n abusiva de informaci¨®n reservada ha sido una pr¨¢ctica que hasta la nueva ley no se ha tipificado como delito, a pesar de que se trata de la forma m¨¢s clara y evidente de perjudicar al peque?o inversor.
Otro aspecto importante es la creaci¨®n de una Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores, que tendr¨¢ por misi¨®n fundamental la supervisi¨®n e inspecci¨®n de las bolsas, as¨ª como la protecci¨®n de los inversores. Las atribuciones de este ¨®rgano son muy amplias, y de su actuaci¨®n depender¨¢ en buena medida el ¨¦xito de la reforma. Las competencias de la comisi¨®n han sido cuestionadas por los agentes, que las consideran excesivas, al tiempo que rechazan su exclusi¨®n de la misma. La amplitud del cometido de la Comisi¨®n Nacional de Valores plantea el problema de los medios que ser¨¢n puestos a su disposici¨®n para llevar a cabo su tarea, y tambi¨¦n el de su composici¨®n, que ha sido criticada por conceder un peso excesivo a los representantes de la Administraci¨®n. En el informe de la Comisi¨®n para el Estudio del Mercado de Valores de 1978 solamente se recomendaba la asistencia de un representante del Ministerio de Econom¨ªa a las deliberaciones de la comisi¨®n. Sin embargo, en la redacci¨®n final se ha preferido dar entrada en la comisi¨®n a representantes cualificados de la Administraci¨®n que tienen competencias directamente relacionadas con el mercado de valores, pero que estar¨¢n en minor¨ªa frente al resto de los componentes. Por su parte, los agentes estar¨¢n representados en una comisi¨®n consultiva que tendr¨¢ que informar preceptivamente las disposiciones de la comisi¨®n nacional.
Las ventajas del sistema previsto en relaci¨®n con el actual son evidentes: el grado de autonom¨ªa de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores frente al poder pol¨ªtico y a los operadores en el mercado parece, en principio, razonable. El que as¨ª sea en la pr¨¢ctica depender¨¢ en parte de la personalidad de los miembros de la propia comisi¨®n. En conjunto, se trata de una ley cuya necesidad era evidente, y la principal cr¨ªtica que puede hacerse es que haya tardado tanto en redactarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.