La Prensa brit¨¢nica pone por las nubes a Ballesteros
MARTIN NARRILLOS ENVIADO ESPECIAL "Conquistador", "supremo" "magn¨ªfico", "torero" y "ol¨¦". Estos eran los t¨¦rminos en castellano que la Prensa brit¨¢nica escrib¨ªa en sus titulares de ayer para saludar el triunfo del golfista espa?ol Severiano Ballesteros en la 117? edici¨®n del Open Brit¨¢nico. Todos los comentaristas coincid¨ªan en que no hay duda alguna de que se trata del mejor jugador del mundo y destacaban la propia afirmaci¨®n del c¨¢ntabro en el sentido de que el gran recorrido de su vida ha sido el ¨²ltimo de Lytham and St. Annes. Las informaciones se ilustraban con varias fotograf¨ªas: Severiano, cerrando su pu?o derecho y apretando los dientes tras su chip en el hoyo 18; posando con su novia, Carmen Bot¨ªn, y el trofeo; levantando su putter con satisfacci¨®n...
Fue una l¨¢stima que la lluvia obligase a retrasar una jornada el desarrollo del Open. Al concluir el lunes, laborable, s¨®lo 15.080 aficionados pudieron ser testigos en directo sobre el propio escenario de la brillant¨ªsima exhibici¨®n de Ballesteros. De haber sido festivo, seguro que el r¨¦cord de espectadores, establecido el viernes en 43.111, habr¨ªa sido pulverizado. Pero as¨ª, los oportunistas que improvisaban aparcamientos p¨²blicos en los jardines de sus casas s¨®lo pudieron cobrar dos libras esterlinas en vez de las cinco de los d¨ªas anteriores, y la infinidad de seguidores de Sevvy en el Reino Unido hubieron de conformarse, por su parte, con las retransmisiones televisivas de la BBC y las cr¨®nicas period¨ªsticas, en las que se saludaba como algo propio la victoria del espa?ol.
The Times titulaba: Ballesteros reaches new heights (Ballesteros alcanza nuevas cumbres).
Adem¨¢s de una foto a tres columnas en la que Severiano cierra el pu?o derecho y aprieta los dientes para empujar la bola hacia la victoria, publica un gr¨¢fico en el que se detalla, hoyo por hoyo, la escalada impresionante del espa?ol, con la que muy pronto dej¨® atr¨¢s al ingl¨¦s Nick Faldo y al escoc¨¦s Sandy Lyle y super¨® finalmente a Nick Price (Zimbabue). Su redactor Mitchell Plas insist¨ªa en que la cuarta vuelta de Sevvy pasar¨¢ a la historia como una de las m¨¢s impresionantes del Open.Ballesteros creates a masterpiece (Ballesteros crea una obra maestra). ?se era el titular de The Guardian, en el que David Davies resum¨ªa: "El mejor jugador del mundo venci¨® de la manera m¨¢s incontestable". Como otros diarios, The Independent recurr¨ªa a vocablos castellanos: Return of Seve the conquistador (Regreso de Seve el conquistador). Seg¨²n The Dady Telegraph, Ballesteros conjures the extra inspiration to take third Open (Ballesteros revive su toque m¨¢gico para ganar su tercer Open). The Star era contundente: Priceless, thats Seve (Inapreciable, ¨¦se es Seve). Por a?adidura, su columnista Bill Elliot, bajo el t¨ªtulo de El Supremo, afirmaba que Ballesteros hab¨ªa "hechizado" el Open.El fin de la mala racha
Today reflejaba: Magn¨ªfico. En su informaci¨®n hac¨ªa hincapi¨¦ en que Severiano se hab¨ªa reencontrado con su mejor estilo y que "al fin hab¨ªa descubierto su camino fuera de la soledad", con lo que se refer¨ªa al largo per¨ªodo en que hab¨ªa andado buscando una nueva gran victoria que unir a las conseguidas en el Open de 1979 y 1984, y en el Masters de Augusta de 1980 y 1983.Return of the king (Regreso del rey) y Waltz of the toreador ('Vals del torero'). As¨ª se defin¨ªa The Dady Express. Martin Hardyn dec¨ªa en su art¨ªculo que Ballesteros hab¨ªa vuelto a subir a la cima m¨¢s alta y que su juego "flamenco" hab¨ªa convertido Lytham, and St. Annes en un "para¨ªso". The Daily Mirror se expresaba de forma muy similar: Ol¨¦, Sevvy the king again (Ol¨¦, Seve, el rey otra vez). The Dady Record y The Dady Mail conclu¨ªan, respectivamente: Seve by the seat of his pants (Seve, por los pelos), en una traducci¨®n un tanto libre, y Sevvy's scorcher (Seve el abrasador). Una sucesi¨®n de elogios, pues, para un Ballesteros que, de nuevo, se ha situado en la cresta de la ola. "Ha sido la vuelta de mi vida", dijo tras embocar el lunes su ¨²ltima pelota, y desde luego lo fue. La frialdad num¨¦rica de las estad¨ªsticas s¨®lo le sit¨²an en el tercer puesto de la clasificaci¨®n mundial del trienio, con 1.162 puntos, mientras que el australiano Greg Norman suma 1.445 y el escoc¨¦s Sandy Lyle lleva 1.295. Pero la pasi¨®n del golf le proclama a los cuatro vientos como el indiscutible n¨²mero uno. Lo ha demostrado en el torneo de m¨¢s solera, el Open Brit¨¢nico, que por quinto a?o consecutivo -s¨®lo Tom Watson se impuso en 1983- ha vuelto a ser un coto vedado para los profesionales norteamericanos.
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