Un ex jefe del contraespionaje italiano vincula a la P-2 con el atentado contra el Papa
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El general Ambrogio Viviani, que fue durante cuatro a?os el responsable del contraespionaje italiano, acaba de poner el dedo sobre una llaga que parec¨ªa ya cicatrizada: la eventual implicaci¨®n de la logia secreta Propaganda Dos (P-2) en el atentado que el 13 de mayo de 1981 estuvo a punto de costar la vida al papa Juan Pablo II.
El general, propuesto por el Partido Radical para ocupar un puesto de senador, se ha interesado en el misterioso atentado contra el Papa cometido por el terrorista turco Al¨ª Agca. Viviani hab¨ªa dimitido de su cargo militar como protesta contra el republicano Giovanni Spadolini cuando, siendo ¨¦ste ministro de la Defensa, se mostr¨® dispuesto a tomar medidas disciplinarias en su contra por haber estado en las filas de la P-2.En 1986 el general fue detenido por negarse a explicar unas declaraciones al semanario Panorama sobre la fuga, segun ¨¦l "concordada pol¨ªticamente", del nazi Herbert Kapler de una c¨¢rcel de Roma, as¨ª como sobre la amistad de Italia con Libia "por motivos de petr¨®leo".
En unas declaraciones que acaba de hacer al diario de Tur¨ªn Stampa Sera, el que fue jefe del contraespionaje italiano entre 1971 y 1974 asegura que entr¨® en la P-2, al igual que el asesinado general Dalla Chiesa, por mandato de sus superiores y como infiltrado. Sobre las infiltraciones afirma que son "grandes juegos de espejos que cambian y deforman todo", y pone un ejemplo que puede levantar un avispero: "Es como en el atentado al Papa: la pista b¨²lgara se ha desplomado, pero yo sigo pensando que la verdadera pista conduce a los pa¨ªses del Este y a la cuesti¨®n polaca de Solidaridad, con alguna dentellada del caso italiano de la P-2. Sin embargo, Al¨ª Agca consigui¨® enturbiarlo todo".
Tema tab¨²
Es dif¨ªcil saber qu¨¦ intenta decir el general con eso de la "dentellada". Lo cierto es que el hecho de que la P-2, de alguna forma, directa o indirectamente, participase en el atentado al Papa ha sido siempre un tab¨² que todos han querido evitar. Ahora alguien recuerda que fue Nistico, jefe de prensa del Partido Socialista Italiano (PSI), uno de los primeros que confes¨® su afiliaci¨®n a la logia. Y en aquella ocasi¨®n confi¨® a un semanario algo muy extra?o: que Licio Gelli (el jefe de la P-2) le ense?¨® fotos secretas del Papa en ba?ador en la piscina de Castelgandolfo. "Es s¨®lo un asunto de servicios secretos", le dijo el maestro venerable. "Y si ha sido f¨¢cil obtener estas fotos, piense lo f¨¢cil que puede ser dispararle".Viviani est¨¢ a punto de publicar un libro, El manual del contraesp¨ªa, y afirma que le mandar¨¢ el primer ejemplar a Giulio Andreotti. "Se habla de ¨¦l y quiero que lo lea", dice. Y a?ade que considera al ministro de Asuntos Exteriores, de cuya amistad con Gelli tanto se ha especulado, como "un hombre astuto y gran pol¨ªtico".
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