Un destello de paz

Desde hace mucho tiempo un final de la guerra Ir¨¢n-Irak sin vencedor ha sido el objetivo primordial de la pol¨ªtica estadounidense. El creciente despliegue de su fuerza naval en el golfo P¨¦rsico ha incurrido en muchos riesgos, como se puso de manifiesto con el tr¨¢gico derribo del avi¨®n iran¨ª el 3 de julio. Pero ese despliegue, combinado con una diplomacia dura, ha contribuido a los reveses de Ir¨¢n en el campo de batalla y, en consecuencia, a su aparente decisi¨®n de finalizar la guerra.No va a ser f¨¢cil negociar el fin de las hostilidades. La resoluci¨®n de alto el fuego exige un organismo imparcial que establezca responsabilidades por la guerra.

Ir¨¢n, que necesita mostrar algo por su amarga lucha, intenta lograr un procedimiento que condene a Irak. Pero Irak, renovado con una serie de victorias con las que ha expulsado a las tropas iran¨ªes de su territorio, se resistir¨¢ a ser tachado de agresor. La guerra empez¨® en septiembre de 1980, cuando Irak, presumiblemente con un considerable grado de provocaci¨®n, invadi¨® Ir¨¢n.

El vuelco de Estados Unidos hacia Irak se hizo necesario cuando este pa¨ªs parec¨ªa estar en grave peligro de colapso. Si Ir¨¢n muestra ahora seriedad hacia la resoluci¨®n de la ONU, Estados Unidos puede volver a su postura neutral con la esperanza de reanudar relaciones normales con ambos pa¨ªses. Las fuerzas navales en el Golfo podr¨ªan reducirse a sus niveles normales.

, 20 de julio