Vacuna de la OMS contra el embarazo
Desde 1974, el programa especial de investigaci¨®n sobre la reproducci¨®n humana de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) trabaja en la consecuci¨®n de una vacuna anticonceptiva dirigida contra la gonadotropina cori¨®nica humana (HGC), hormona producida por la placenta durante el embarazo. Hay varios posibles mecanismos por los que tal vacuna ejercer¨ªa efectos contra la fertilidad. Uno ser¨ªa por la estimulaci¨®n de anticuerpos que neutralizan la acci¨®n mantenedora del embarazo de tal hormona. Otra posible acci¨®n ser¨ªa a trav¨¦s de un efecto t¨®xico directo sobre las c¨¦lulas productoras de la HGC.Algunos trabajos realizados en los a?os setenta en animales de laboratorio mostraron que la inmunidad contra la HGC puede bloquear la fertilidad en una etapa temprana del embarazo, sin producir alteraciones en el ciclo menstrual. Por ello se pens¨® que este m¨¦todo podr¨ªa constituir una estrategia aceptable para el control de la fertilidad tanto en pa¨ªses desarrollados como en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
Esta vacuna, actualmente en fase experimental (para comprobar su seguridad y su acci¨®n qu¨ªmica), consiste en una peque?a mol¨¦cula sint¨¦tica que es inmunog¨¦nica; es decir, que despierta la producci¨®n de anticuerpos que se mantienen en el organismo durante varios meses. Las autoridades de Estados Unidos y Australia, tras el examen de los resultados previos sobre la eficacia y seguridad de esta vacuna en diversos animales de laboratorio, han autorizado su utilizaci¨®n experimental en el ser humano.
Anticuerpos
Diversos centros m¨¦dicos de Australia y Estados Unidos, en colaboraci¨®n con la OMS, acaban de publicar los resultados iniciales de este experimento en un reciente n¨²mero de la revista m¨¦dica The Lancet. Un grupo de 30 mujeres de 26 a 43 a?os de edad, quienes hab¨ªan sido esterilizadas quir¨²rgicamente por diversos motivos y que dieron su consentimiento para participar en esta investigaci¨®n, recibieron diversas dosis de esta vacuna, inyectada en el m¨²sculo gl¨²teo en dos ocasiones con un intervalo de seis semanas de separaci¨®n.
Algunas de ellas, sin saberlo previamente, no recibieron m¨¢s que el veh¨ªculo en el que iba el principio activo de la vacuna. Todas las mujeres que recibieron la vacuna completa y estable adquirieron anticuerpos contra la HGC, con un presunto efecto contraceptivo seis semanas despu¨¦s de la primera inyecci¨®n, persistiendo el nivel de anticuerpos contraceptivos en el organismo durante unos seis meses. Ning¨²n sujeto experiment¨® reacciones adversas serias.
Los autores comentan que ¨¦sta es la primera vacuna sint¨¦tica (pept¨ªdica) desarrollada para su uso sistem¨¢tico en el ser humano y cuya producci¨®n en gran escala ser¨ªa posible a un coste razonable y con un control de calidad aceptable. Adem¨¢s, prosiguen, el efecto es potencialmente reversible, recuper¨¢ndose la capacidad para un embarazo tras la ca¨ªda de los anticuerpos contraceptivos, seg¨²n demuestran los estudios en los primates.
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