Los independientes en Econom¨ªa
Las crisis de Solchaga tardan varios meses en encontrar soluci¨®n
Las crisis internas en el Ministerio de Econom¨ªa tardan varios meses en solucionarse desde que Carlos Solchaga es su responsable. Algo m¨¢s de dos meses le cost¨® en 1986 solucionar el primer problema entre los secretarios de Estado del ministerio. Hace unos d¨ªas ha cerrado, despu¨¦s de casi un trimestre, su segunda gran crisis al mismo nivel, aunque no pudo impedir un goteo previo en otras ¨¢reas sensibles del ministerio. Lo que sorprende en todo caso es que despu¨¦s de tanto tiempo los nuevos hombres fuertes del ministerio estaban ya all¨ª, no hac¨ªa falta irse muy lejos para encontrarlos.
La continuidad es un signo que viene marcando la gesti¨®n de Carlos Solchaga, que en esta ocasi¨®n ha dado un mayor protagonismo a los independientes. La crisis de los segundos niveles en el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda cerrada en el Consejo de Ministros del pasado mi¨¦rcoles ha tenido un claro componente de continuidad, m¨¢s acentuado de lo que hubiera querido Carlos Solchaga por las negativas que ha recibido a ocupar una de las secretar¨ªas de Estado por parte de personas que son militantes del partido socialista. De esta forma no s¨®lo ha tenido que nombrar a Pedro P¨¦rez secretario de Estado, a lo que estaba dispuesto, sino que tambi¨¦n ha tenido que tirar de Apolonio Ruiz Ligero.En un primer momento Solchaga quer¨ªa que P¨¦rez ocupara el puesto de -Miguel ?ngel Fern¨¢nd¨¦z Ord¨®?ez al frente de Comercio, lo que significaba la continuidad porque ya era secretario general. Pero los candidatos para ocupar la Secretar¨ªa de Estado de Econom¨ªa se fueron bajando del tren a medida que se les preguntaba, y al final el ¨²nico candidato claro que segu¨ªa existiendo era Pedro P¨¦rez. Apolonio Ruiz Ligero, vicepresidente ejecutivo del Instituto de Comercio Exterior (Icex), alcanz¨® el lugar de sustituto de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.
El problema se plantea a la hora de intentar analizar las causas de la ausencia de candidatos aceptables para ocupar altos cargos . en la Administraci¨®n, o m¨¢s concretamente en el ¨¢rea del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda. Jos¨¦ Borrell, secretario de Estado de Hacienda, que permanece en el cargo, viene pidiendo desde hace meses alternativas retributivas suficientes para los altos cargos, "porque de otro modo el Estado se convertir¨¢ en un gigante descerebrado". Existe un intento de que el Estado adquiera un mayor peso dentro del conjunto econ¨®mico del pa¨ªs, no mediante participaciones industriales pero s¨ª mediante la administraci¨®n de una parte mayor del producto interior bruto generado anualmente.
Banco de Espa?a
Pero la crisis de Econom¨ªa ha tenido dos momentos claramente diferenciados, tanto en su planteamiento como en su soluci¨®n. Carlos Solchaga ten¨ªa, por una parte, que decidir qu¨¦ iba a pasar en el Banco de Espa?a al t¨¦rmino del mandato de cuatro a?os de Mariano Rubio como gobernador y de Juan Antonio Ruiz de Alda como subgobernador. Al tiempo ten¨ªa planteada la salida de dos de sus tres secretarios de Estado y la posibilidad de que el tercero tambi¨¦n cambiara de puesto. Jos¨¦ Borrell, secretario de Estado de Hacienda, figura siempre como ministrable aunque acaba siguiendo como responsable de Hacienda.
Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®fiez, que tambi¨¦n ten¨ªa aspiraciones de llegar a ser ministro, descubri¨® hace ya algunos meses que no lo iba a ser de momento y prefiri¨® irse a un cargo secundario en el Fondo Monetario Internacional. y esperar all¨ª tiempos mejores. Guillermo de la Dehesa, el ¨²nico que no milita en el PSOE, decidi¨® que esta vez s¨ª dar¨ªa el paso anunciado en m¨²ltiples ocasiones para irse a trabajar en la empresa privada, donde los salarios son varias veces superiores a los de los altos cargos de la Administraci¨®n. -
Carlos Solchaga, una vez que recibi¨® la comunicaci¨®n del presidente del Gobierno de que ¨¦l seguir¨ªa en el cargo como ministro de Econom¨ªa y Hacienda, puso toda la carne en el asador para lograr cerrar lo antes posible la crisis del Banco de Espa?a. Eran momentos, adem¨¢s, en los que ten¨ªan lugar las duras conversaciones para tratar de imponer al menos una tregua entre los distintos contendientes del proceso de fusi¨®n de los bancos Central y Banesto. Se necesitaba que quedara claro que el gobernador del banco emisor, que debe tutelar y controlar el complejo proceso de fusi¨®n, iba a seguir siendo el mismo, para que la comunidad bancaria entendiera que deb¨ªa tener en cuenta las opiniones que estaba dando.
Volver a esperar
Felipe Gonz¨¢lez, en contra de lo que es su pr¨¢ctica habitual en estos casos, no dud¨® en declarar p¨²blicamente, con un mes de antelaci¨®n, que "¨¦l propondr¨ªa al Consejo de Ministros la continuidad de Mariano Rubio". Se cerraba la parte m¨¢s importante de la crisis, y el nombramiento de Luis ?ngel Rojo como subgobernador abre incluso las puertas a que dentro de cuatro a?os la sucesi¨®n de Rubio est¨¦ ya cantada. La pelea entonces ser¨¢ la subgobernadur¨ªa del Banco de Espa?a.
Resuelta esa crisis, la segunda tuvo que esperar una vez m¨¢s al cambio de Gobierno. Borrell no pudo ser ministro porque no encajaba en los cambios previstos y porque Solchaga le necesitaba en su puesto para seguir siendo el inspector fiscal y para no tener que dar un vuelco total a su ministerio. Carlos Solchaga y Fern¨¢ndez Ord¨®?ez hablan sobre el posible sustituto de este ¨²ltimo y los dos llegan a la conclusi¨®n de que debe ser Pedro P¨¦rez.
Pero al final se tuerce porque no se logra incorporar a nadie del partido socialista a la secretar¨ªa de Estado de Econom¨ªa. Pedro P¨¦rez tendr¨¢ que asumir una responsabilidad distinta.
Dos personas intercambiables
La uni¨®n de P¨¦rez y Fern¨¢ndez Ord¨®?ez viene de antiguo, cuando los dos prepararon juntos las oposiciones a economistas del Estado. La profunda amistad que mantienen les ha servido para ir juntos a muchos sitios sin que influyera de forma decisiva cu¨¢l de los dos ocupaba un cargo m¨¢s importante.Han sido intercambiables en la ¨¦poca de los Gobiernos de UCD y luego en los del PSOE. Cada uno de ellos ha pasado temporadas de exilio exterior en las tranquilas aguas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional facilitadas por el otro. Y siempre que han regresado han tenido un alto cargo que ocupar, reservado por quien se hab¨ªa quedado en Espa?a.
A lo largo de los a?os de la democracia Pedro P¨¦rez y Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez han ocupado distintos cargos de relevancia pol¨ªtica. En un primer momento fue P¨¦rez quien se trat¨® de llevar a Fern¨¢ndez Ord¨®fiez, aunque su militancia pol¨ªtica en el PSOE le impidi¨® aceptar cargos de resonancia ya que por entonces el partido socialista no permit¨ªa que ninguno de sus representantes estuviera en puestos de responsabilidad de la administraci¨®n centrista. Era la ¨¦poca del acoso y derribo.
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