Quejas en Castelgandolfo porque el Papa haya preferido los Dolomitas para su veraneo
Las vacaciones del papa Wojtyla en las Dolomitas, vestido como un labrador, armado con cuerdas como las de los alpinistas, refugi¨¢ndose de la lluvia en un viejo pesebre y poniendo a prueba el coraje de sus colaboradores, que resbalaban monta?a arriba tras ¨¦l, han suscitado cr¨ªticas por parte de los conservadores y las gentes de Castelgandolfo.
El recio papa polaco no se ha amilanado ante la pol¨¦mica que han provocado sus vacaciones en la monta?a: "No me pesa el haberlo hecho", ha respondido ante las cr¨ªticas directas o indirectas, a?adiendo: "Nuestra vocaci¨®n es la encarnaci¨®n. Dios nunca tuvo miedo de aparecer como hombre".Pero si a los conservadores, y no s¨®lo a los seguidores del cism¨¢tico Lefebvre, no les gusta un Papa que escala las monta?as tan disfrazado que un grupo de alpinistas franceses pas¨® a su lado sin reconocerlo, los que est¨¢n m¨¢s enfadados son los habitantes de Castelgandolfo, el bello pueblo sobre el lago, a las afueras de Roma, donde radica la residencia veraniega de los papas. Al papa Wojtyla se le ha escapado decir durante una de sus excursiones en las Dolomitas que la excesiva tranquilidad de Castelgandolfo ya no le gusta, y que el a?o pr¨®ximo piensa reducir sus vacaciones en aquella preciosa finca que cuenta con una piscina que se hizo construir ¨¦l mismo cuando lleg¨® al pontificado. Su idea es pasar la mayor parte de sus vacaciones en las monta?as, de inc¨®gnito, para poder pasear y esquiar.
En Castelgandolfo la noticia ha ca¨ªdo como un tiro. Temen que de este modo disminuya el turismo, una de las bases de su riqueza. Y empiezan a aflorar a P¨ªo XII, que se pasaba all¨ª tres meses enteros, y a Pablo VI, que no se mov¨ªa ni los mi¨¦rcoles para la audiencia general, que celebraba all¨ª mismo, lo que obligaba a las agencias tur¨ªsticas a llevar all¨ª a la gente.
El Papa polaco modific¨® las tradicionales costumbres veraniegas de los papas italianos, recort¨¢ndolas con viajes a otros destinos y, sobre todo, volviendo a Roma en helic¨®ptero cada mi¨¦rcoles para las audiencias.
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