Soso espect¨¢culo

Bernardino Jim¨¦nez / Jocho lI,Enrique Ponce, Rafael Valencia

Novillos de Bernardino Jim¨¦nez, bien presentados, pero parados y sosos. Jocho II: dos pinchazos y media trasera (palmas); tres pinchazos y estocada atravesada, un aviso (palmas). Enrique Ponce: media (ovaci¨®n y vuelta al ruedo); media ladeada (ovaci¨®n). Rafael Valencia: entera y tres descabellos (palmas), tres pinchazos y estocada tendida (palmas).

Plaza de Valencia, 27 de julio, cuarto festejo de feria

FERNANDO NIETO

Con esta ¨²ltima novillada llegamos al ecuador de la fecia, cuando la socarrona sonrisa canicular ampl¨ªa su fuerza cal¨®rica sobre estas verdes tierras mediterr¨¢neas.La plaza registr¨® media entrada y Jocho II, que luc¨ªa un terno sangre Y oro, se las tuvo que ver con un menguado y d¨®cil animalito que infund¨ªa cierta nobleza, pero al dar el primer pase sopl¨® fuerte el viento y este astado cay¨® rodando sobre la arena. A partir de entonces lo cuid¨® tore¨¢ndolo por alto, o lo que ¨¦l imaginaba as¨ª era. Cada vez que se estiraba el novillero, la res, con cierta codicia, aguantaba fr¨¢gilmente hasta que el matador opt¨® por abreviar y quit¨¢rselo de encima, lo que cost¨® por no estar toreado. El cuarto del Jocho en el primer tercio anduvo descontrolado, comi¨¦ndole el terreno al matador durante la lidia de muleta. En alguna ocasi¨®n se le col¨® por el pit¨®n derecho dernostrando que no era animal para hacerle faena por los m¨²ltiples gallaf¨®nes que daba el novillo.

Enrique Ponce aguant¨® al primer suyo, un novillo grande y distra¨ªdo, muy toreramente. En varas recibi¨® un castigo suficiente interviniendo despu¨¦s en quites Rafael Valencia. Con la muleta empez¨® bien, realizando unos pases de castigo, haciendo a continuaci¨®n una labor inteligente que fue poco a poco dominando a su adversario. Mat¨® de una media, solicitando el respetable la oreja, a lo que la presidencia se neg¨®, recibiendo una gran bronca. A pesar de ello, el p¨²blico le aplaudi¨® a rabiar oblig¨¢ndole a dar varias vueltas al ruedo. En el quinto esboz¨® un par de ver¨®nicas. Como el novillo ven¨ªa con fuerzas abri¨® su faena je muleta con unos trincherazos muy castizos, sin embargo corno el bicho se quedaba en la arrancada no pudo cuajarle pelea, pero, eso s¨ª, dej¨® el regusto de las cosas buenas.

Rafael Valencia al tercero de la tarde lo llev¨® bien con el capote. En el ¨²ltimo tercio tal vez tore¨® un poco distanciado de la res, que ped¨ªa trapo. Sin embargo, estuvo valiente y seguro consiguiendo una entera que arnorcill¨® al novillo, necesitando el verduguillo. Al ¨²ltimo de la tarde Rafael Valencia le puso ganas, pues ya en el primer tercio dej¨® adivinar lo que podr¨ªa ser una buena faena. Brind¨® al Soro y, tal vez un poco nervioso, no pudo transmitir con sus muletazos esas ansias por triunfar.