Paz en Camboya

Las conversaciones de Yakarta, en las que se intentaba encontrar una soluci¨®n pol¨ªtica a la crisis de Camboya, finalizaron en desacuerdo y sin un comunicado final. No se puede decir que esto sea un fracaso. Es destacable que las primeras conversaciones en una d¨¦cada entre las partes en conflicto no se hayan roto; nadie abandon¨® la sala. Las conversaciones son un precedente vital: se volver¨¢ a ellas tan pronto como haya una posibilidad de que progresen.Los problemas son enormes: c¨®mo acabar con los nueve a?os de ocupaci¨®n vietnamita, con apoyo sovi¨¦tico, de Camboya; c¨®mo evitar que los jemeres rojos de Pol Pot alcancen de nuevo el poder; c¨®mo asegurar un nuevo Gobierno que no reavive la guerra civil y el terror, que pudiesen dar a Vietnam una excusa para volver.

Los propios vietnamitas quieren dejar Camboya. Est¨¢n ansiosos por acabar con su aislamiento internacional y acceder a la ayuda econ¨®mica y para el desarrollo de Occidente. Han perdido 25.000 soldados y han sido incapaces de derrotar a las tres fuerzas de resistencia camboyanas, de las cuales los jemeres rojos son la m¨¢s poderosa.

La figura clave es el pr¨ªncipe Norodom Sihanuk, el antiguo monarca camboyano y jefe del Estado, que a su vez es l¨ªder de uno de los grupos guerrilleros. ?l sigue siendo la ¨²nica personalidad que puede mantener unidas a las distintas partes del conflicto.

29 de julio