Suavizacion del control de la natalidad en China
La Comisi¨®n Estatal de Planificaci¨®n Familiar de la Rep¨²blica Popular China declar¨® recientemente que se admitir¨¢n las segundas tentativas de procreaci¨®n en las familias de campesinos cuyo ¨²nico hijo sea mujer. Esta medida ha causado sorpresa, dado el rigor con que trata de aplicarse la pol¨ªtica del hijo ¨²nico, a fin de lograr un crecimiento poblacional del solo el 10 por mil anual. Vista por algunos como una confesi¨®n de fracaso de las metas propuestas, otros la consideran necesaria para atemperar una desobediencia c¨ªvica que se traduce, entre otras cosas, en el abandono (cuando no el asesinato) de ni?as y la existencia de una poblaci¨®n no registrada.
"Hay demasiada gente", "es insoportable", exclama el viejo que, en la emisi¨®n de propaganda televisiva de las 19.30 horas, se hace empujar y aturdir por una multitud en ebullici¨®n.El problema est¨¢ resumido en los grandes letreros que la comisi¨®n estatal cuelga en las ciudades: "La poblaci¨®n mundial aumenta cada a?o en 80 millones de personas; la de China, en 14 millones y le sucede una ecuaci¨®n cuya ¨²nica inc¨®gnita es la causa: "Si el descontrol de la natalidad acarrea: crisis de alimentos, crisis de espacio, crisis de energ¨ªa, crisis de empleo... ?qu¨¦ resultar¨¢?".
Cuando espera largas horas en el hospital y se hace despachar tras una visita sumaria, cuando tiene que aguardar a?os para conseguir un apartamento propio a pesar del ritmo fren¨¦tico de la construcci¨®n, o cuando al subir al autob¨²s debe convertirse en un despiadado pugilista, el chino medio maldice para sus adentros, como el viejo de la televisi¨®n.
El a?o pasado, una ni?a muri¨® ahogada en la provincia de Sichuan (de 120 millones de habitantes), ante transe¨²ntes que contemplaban la escena con indiferencia, discut¨ªan el precio del rescate u opinaban: "Los chinos ya somos muchos y bien podemos dejar morir a algunos". Mao Zedong ve¨ªa en la marea humana un elemento de poder¨ªo nacional, y en el auge de su poder, entre 1965 y 1973, llegaban anualmente al mundo 20.791.111 chinos, que hoy, a su vez, entran en edad de procrear.
El control de nacimientos en las ciudades se ha revelado bastante eficaz, pues la poblaci¨®n est¨¢ m¨¢s sensibilizada al problema de la calidad de la poblaci¨®n, como rezan los esl¨®ganes. En las ciudades, los trabajadores est¨¢n encuadrados en entidades que procuran a sus empleados el sustento, la vivienda, los contraceptivos y la gratuidad de la educaci¨®n, y que pueden retir¨¢rselos en caso de tentativas de segundo parto.
En el campo
Distintas son las cosas en el campo, donde vive el 80% de los chinos, pues ah¨ª no hay cobertura m¨¦dica gratuita, ni sistema de jubilaci¨®n, la vivienda la construye el habitante y la tierra se reparte seg¨²n el n¨²mero de bocas que cada familia debe alimentar, por lo cual la gente sigue identificando una prole numerosa con una vida m¨¢s holgada.En consecuencia, las presiones antinatalistas son en el campo sumamente impopulares, y en el momento del anuncio que da una segunda oportunidad a los procreadores de un ser de sexo femenino (bastante desconsiderado en la mentalidad tradicional), la situaci¨®n se ven¨ªa caracterizando por la existencia de al menos un mill¨®n de ni?os no declarados, el malestar creado por los abortos (no siempre voluntarios), y el asesinato o el abandono de ni?as. En la provincia de Jiangsu por ejemplo, se se?ala la existencia de un mill¨®n de varones m¨¢s que de mujeres, sobre un total de 62 millones de habitantes. Esta situaci¨®n provoca casamientos precoces, incluso de ni?os, por obra de padres, temerosos de que sus v¨¢stagos no encuentren esposa al crecer.
[El Diario de los Campesinos ha publicado, como ejemplo del fracaso de la pol¨ªtica estatal, el caso de una campesina que ha tenido nueve hijas en su intento de conseguir el var¨®n, sin que ello se haya traducido en el pago de las cuantiosas multas previstas, informa AFP.]
La poblaci¨®n china se duplic¨® en menos de 40 a?os, alcanzando en 1987 la cifra oficial de 1.070 millones de habitantes. La actual dusheng zhengce (pol¨ªtica del hijo ¨²nico) fue puesta en marcha por el equipo de Deng Xiaoping en el a?o 1979, con el fin de no superar a fines de siglo la barrera de los 1.200 millones de habitantes.
Los resultados obtenidos, aunque espectaculares y sin precedentes a tal escala, no entran a¨²n en la horma: de a?o en a?o se registran oscilaciones de un 11 a un 15 por mil en el crecimiento neto de la poblaci¨®n, y la marca antes mencionada corre el riesgo de verse superada en unos 100 millones de individuos. En China, un ni?o nace cada 1,4 segundos.
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