Hussein tambi¨¦n 'vota' en Israel
La decisi¨®n del rey jordano de romper lazos con Cisjordania afecta a las elecciones en el Estado jud¨ªo
La pregunta en Isreal no es si la decisi¨®n de rey Hussein de romper relaciones con Cisjordania acerca o aleja las posibilidades de paz, sino si favorece al Likud (coalici¨®n de derechas) frente al Partido Laborista en las pr¨®ximas elecciones, previstas para el 1 de noviembre. Conocida la apuesta en favor de la opci¨®n jordana que hab¨ªa efectuado el l¨ªder laborista y actual ministro de Asuntos Exteriores, Sim¨®n Peres, todos los comentaristas pol¨ªticos se han apresurado a destacar el vac¨ªo que deja en el partido de ¨¦ste la medida del monarca hachem¨ª. Este particular enfoque ha provocado un inveros¨ªmil rumor: que Hussein y Yasir Arafat, l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), se han unido al primer ministro, Isaac Shamir, para conspirar y garantizar una victoria absoluta del Likud.
La realidad parece m¨¢s compleja. Cogidos por sorpresa, a¨²n m¨¢s que los propios palestinos, los dirigentes israel¨ªes apenas si han hecho otra cosa desde el 31 de julio que intercambiar reproches. Ni la reuni¨®n del Consejo de Ministros, una semana m¨¢s tarde, ni la convocatoria, el pasado mi¨¦rcoles, de una sesi¨®n extraordinaria de la Kneset (Parlamento) han dado ninguna respuesta al hipot¨¦tico vac¨ªo dejado por la medida jordana.Parad¨®jicamente, han sido los grupos m¨¢s radicales los m¨¢s coherentes. As¨ª, desde la extrema derecha se han alzado voces que ped¨ªan, en constancia con su concepto de gran Israel, la anexi¨®n inmediata de los territorios. Ha sorprendido la decisi¨®n de Shamir, que se ha opuesto a dicha medida. Shamir ha justificado su negativa por su respeto a los acuerdos de Camp David (1978), por un lado, y, por otro, para contentar al ala m¨¢s derechista de la coalici¨®n, con una sutil explicaci¨®n sobre que, de hecho, esos territorios ya son parte de Israel.
A la derecha de Shamir, el Tehiya (partido que contribuye con tres diputados a la coalici¨®n) le reprocha la responsabilidad en una serie de sucesos (desde la liberaci¨®n de 1.100 palestinos en 1985 hasta la infiltraci¨®n de un comando palestino en ala delta el pasado noviembre) que, seg¨²n se?ala su portavoz, Israel Midad, "han da?ado la imagen de Israel ante los ¨¢rabes y han dado confianza a los ¨¢rabes locales de que pod¨ªan obtener nuevos logros". Midad, un colono convencido, piensa que la presencia de ¨¦stos ha sido "la palanca pol¨ªtica que ha impedido las conversaciones con Jordania". Su partido llega a admitir la autonom¨ªa Palestina dentro de la soberan¨ªa de Israel, porque de otra forma su seguridad "estar¨ªa en peligro". En esta posici¨®n, no les preocupa la decisi¨®n de Hussein. Si acaso, refuerza su teor¨ªa de que .no hay una l¨ªnea verde [frontera te¨®rica entre Israel y los territorios ocupados], sino una l¨ªnea azul en el Mediterr¨¢neo y en el Jord¨¢n". El portavoz de Tehiya confi¨® a EL PA?S que piensan salir reforzados de las urnas.
La 'opci¨®n jordana'
En el otro partido gobernante, el Laborista, la confusi¨®n no es menor. La opci¨®n jordana era el pilar del plan de paz y seguridad que los laboristas ofrec¨ªan a su electorado. "Por razones de realismo pol¨ªtico, creo que debemos hablar con los palestinos, incluida la OLP, aunque el partido no va tan lejos", explic¨® a EL PA?S Susan Relof, destacada activista laborista. Relof, que admite haberse entrevistado con miembros de la OLP en Europa, sin embargo, matiza: "No estoy diciendo que haya una soluci¨®n, no estoy segura de ello, pero creo que debemos buscarla. Coincidimos con el Likud en que creemos en nuestro derecho a vivir en esta tierra en nuestro propio Estado, pero nos cuestionamos qu¨¦ clase de Israel deseamos. Si queremos un Estado democr¨¢tico y jud¨ªo, dif¨ªcilmente podremos mantener los territorios por una cuesti¨®n puramente demogr¨¢fica". La militante laborista reconoce que en su partido la decisi¨®n del rey Hussein ha provocado una crisis. Para el pr¨®ximo jueves est¨¢ prevista una reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo laborista de la que se espera salga una nueva propuesta. Mientras tanto, admite que la situaci¨®n les ha perjudicado con vistas al electorado.En realidad, hasta ahora, ambas formaciones coincid¨ªan en una serie de noes que constituyen la base del problema: no al di¨¢logo con la OLP; no a la devoluci¨®n del Gran Jerusal¨¦n; no a la evacuaci¨®n de los asentamientos, y no al regreso a las fronteras anteriores a 1967, por razones de seguridad. Estas coincidencias han llevado a algunos comentaristas pol¨ªticos a preguntarse cu¨¢les eran las opciones que iban a someter al debate p¨²blico en la pr¨®xima campa?a electoral, cuando la ¨²nica diferencia conocida es su actitud hacia la eventual celebraci¨®n de una conferencia internacional.
Parece claro que el refuerzo que los ¨²ltimos sondeos dan al Likud con vistas a la cita con las urnas se debe m¨¢s a la derechizaci¨®n ocurrida en la sociedad israel¨ª como consecuencia de la intifada que a la soluci¨®n del problema ¨¢rabe-israel¨ª que ofrecen ambos rivales.
Desde uno y otro lado se insiste en que el rey Hussein no ha renunciado a la soberan¨ªa sobre Cisjordania porque no disfrutaba de ella desde 1967.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.