Rostropovich di¨¢logo durante hora y media con 300 admiradores en Santander

"Para m¨ª la m¨²sica es la lengua por excelencia. Desde que me levanto hasta que me acuesto la tengo y la siento permanentemente en el coraz¨®n y el intelecto. Ella me ha permitido tratar y entenderme con gentes de todos los pa¨ªses. En verdad, creo que ha contribuido a hacer m¨¢s bello el mundo". Mstislav Rostropovich, 61 a?os, considerado como el mejor cellista del mundo, y que ayer noche compart¨ªa junto al violinista Isaac Stern y el bailar¨ªn Julio Bocca la velada m¨¢s importante del XXXVII Festival Inter nacional de Santander, respond¨ªa as¨ª en un encuentro con 300 admiradores de ambos sexos que se reunieron en torno al m¨²sico en el Museo Municipal.El genio ruso, pulcramente vestido con traje azul, corbata y pa?uelo de combinaci¨®n rojinegra, les sorprendi¨® por su ternura, no carente de ingenuidad, la expresividad de sus manos y el calor de sus gestos. De principio a fin habl¨® siempre en ruso.

Record¨® que de peque?o escuchaba en su casa tocar el violonchelo a su padre, y el piano a la madre. Cuando cumpli¨® los cuatro a?os quiso imitar a su progenitor, pero el instrumento era mucho m¨¢s alto y grande que ¨¦l, as¨ª que tuvo que decidirse por el piano. "Hasta que a los siete a?os mi padre me proporcion¨® un violonchelo a la medida y empec¨¦ a hacer pr¨¢cticas con ¨¦l".

Eximio pianista y cellista, ajustado director de orquesta desde que comenzara esta especialidad, en Rusia, hace 17 a?os, Rostropovich concibe el piano como el instrumento de la polifon¨ªa, y atribuye al chelo la funci¨®n de la voz. "El chello me produce un inefable sentimiento de gozo humano, y esto es muy importante cuando se tiene sensibilidad. A m¨ª me proporciona una indefinible sensaci¨®n de espacio".

Rostropovich abrum¨® a sus interlocutores por su naturalidad, a quienes aplaudi¨® "a la eslava", se despidi¨® "porque no quer¨ªa cansarles". Hac¨ªa casi hora y media que el c¨¢lido encuentro se hab¨ªa iniciado.